jueves, 13 de mayo de 2010

Músicos y Danzantes

       Por la mitad norte de este país, debido a su clima, todo está dispuesto para comenzar oficialmente la campaña de verano. A partir del 15 de Mayo, se empieza a actuar al aire libre, ya se ven los pueblos engalanados para celebrar san Isidro, sirviendo como pistoletazo de salida a verbenas populares, teatros, juegos infantiles y cualquier tipo de demostración folclórica.     Todo el mundo que se dedica al espectáculo en estos menesteres, han pasado los primeros meses del año reformando, reparando, ensayando, poniendo a punto la maquinaria, para que los engranajes del evento esté perfectamente calibrados, verdaderos artistas cada uno en su labor.
    Siempre (por desgracia) se han efectuado cambios estructurales, y las orquestas que solo hacen la temporada alta, están a punto de realizar la prueba real, en donde la valoración se determina por una serie de factores muy amplio, y de donde puede resultar satisfactorio o nefasto todo el trabajo, dependiendo de quién te vaya a ver y su criterio.
    Ahí, es donde entramos en acción los Músicos y danzantes, gente que siempre hemos estado al pie del cañón, sustituyendo los títulos por experiencia, los estudios de grabación por los trucos del directo, dejándonos la piel en la carretera, y valorando la música de verbena para que la gente se divierta con ella y disfrute con su familia y amigos en las fiestas de su localidad.
    El equilibrio de los componentes es primordial a la hora de la comparación calidad precio, si no es así, las cuentas no salen. Nada tiene que ser superior al resto, la cuestión no es que se note que alguien o algo es buenísimo, lo importante en muchos casos está en que no se noten las deficiencias que por presupuesto (normalmente) tiene el espectáculo.
    Sobre todo hay que tener en cuenta que se trabaja para un público, que aunque a veces parezca distante y distraído, es quien va a dar su opinión a la hora de hacer un balance de todos los días que las fiestas duren, y de eso puede depender que al año siguiente vuelvas o no. En ese punto hay que defender y valorar la labor de los animadores, personas que tal vez no sean unos instrumentistas o cantantes excelentes (hay muchos que si), pero saben en cada momento como echarle morro y meterse en el bolsillo a la gente, animándolos a colaborar, distrayendo su atención en esos temas que por falta de tiempo están cogidos con pinzas, salvando situaciones imprevisibles, y dando tiempo incluso a subsanar averías de las que nunca estamos libres.
     Ya empieza la temporada, de estos meses dependerá si se come en el invierno, o nos vemos obligados a silbar para distraer el hambre. Animo Músicos y Danzantes, vuestro público espera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario