miércoles, 2 de marzo de 2011

Desinformación

      Debido a los comentarios que en los periódicos digitales escribieron los lectores con relación al ingreso en el hospital de Dª. Esperanza Aguirre a consecuencia de un cáncer de mama, se puso de manifiesto un debate que no tenía nada que ver con el tema.
     La cuestión estaba en la acusación que se le hacía, de no propiciar más incentivos para las personas discapacitadas en la comunidad de Madrid, exponiendo que ahora esperaban se diera cuenta de que la ayuda que ella necesitará “transitoriamente” hay personas que la necesitan toda la vida.
    Otras personas, opinaban que una vez aprobada la ley de dependencia, todo estaba resuelto y debido a que siendo mayores de 18 años tienen una pensión, con una subvención del tanto por ciento para accesorios que puedan mejorar su movilidad sería suficiente.
    Claro, esta postura, terminó de enrarecer y difuminar la noticia original. Muchos periodistas leerían seguramente esta maraña de opiniones, (que yo viera) ninguno en los días siguientes, se preocupó de redactar y publicar un artículo que esclareciera la divergencia entre los lectores.
    Considero, que nadie es culpable de la desinformación que hay en esta materia, solo los afectados, nosotros sabemos cuánto cuesta acceder a los utensilios necesarios, también nos sorprendemos cuando nos dicen cuánto valen esas adaptaciones, estamos acostumbrados a ver en cualquier escaparate de ortopedia, sillas, bastones, camas, grúas, etc.
    Que diferencia con los escaparates de los comercios de al lado. Los otros tienen zapatos, ropa, joyas, libros, pero hay una diferencia que pasa inadvertida y no deberíamos de permitirlo, podemos entender que nunca haya rebajas, ¿pero?: ¿por qué nunca están puestos los precios a la vista del público?
    Hay gente que pasea y se entretiene viendo artículos variados, comparando precios y lo más interesante, reflejando en sus tertulias las curiosidades de lo que les parece fuera de los márgenes normales de consumo, si la gente estuviese más informada sobre estos temas, tendríamos un apoyo de la sociedad y no una reticencia a la hora de exigir lo que creemos son nuestros derechos.
   Yo, como muestra solo puedo poner un ejemplo:

Tuve que cambiar la silla de mi hija, pues bien.

Silla de ruedas plegable rueda pequeña.....1850€

Chaleco de sujeción (tela)....................65€

Aductor central...............................80€

Sujeciones laterales tronco par................45€

Sujeciones laterales cabeza par................45€

Total...................2085€

       A esto por supuesto había que sumarle el iva correspondiente.  Estamos hablando de 400.000 pesetas "casi medio kilo" (en euros parece una bobada)
    Están recetadas las especificaciones por un medico rehabilitador, pero no entra como una receta.
    Debido a que en cuatro veces que se cerró la silla empezaron las piezas (que son de platico) a tener holgura, también me tocó mal vender el coche para comprar una furgoneta donde poder transportarla montada.
    A ver, como padre tengo que hacerme cargo de esos gastos, pero que no me anuncien a bombo y platillo ayudas para mejorar la calidad de vida de estas personas (y sus familiares).
   Mi primera sorpresa fue como es natural el precio desorbitado de la silla, la segunda cuando me vino aprobada una ayuda del 20%, esto después de medio año, no se que me indignó más, si una cosa o la otra.
    De esto hace ya unos años, dentro de poco me veré obligado a comprar otra, (las cosas se desgastan y la niña crece), por suerte todavía tiene pocos años y está delgada, podemos con ella en brazos, lo de las puertas, escalera, la cama, el baño y demás tendrá que posponerse hasta que se pueda, me tocará hacer un montón de papeles como es natural, al año, me notificarán, la ayuda asignada y al año siguiente me la ingresarán si así lo creen pertinente.
       Que conste, que esto lo escribo únicamente, por si alguien entra en este blog de rebote, se dé cuenta que en esto, como en otras muchas cosas.
     No todo el monte es orégano en los discursos electorales o electoralistas, según lo queramos ver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario