lunes, 9 de mayo de 2011

este año tocan

        Y llegó el mes de Mayo.  Este año tocan elecciones, las calles se visten con caras de gente que casi nadie conoce, a las que se identifica únicamente por las siglas del partido por el que se presentan, excepto aquellos que durante este tiempo atrás, han dedicado tiempo, a publicitarse en medios de comunicación locales, dando guerra y dejando que el poder se apoye en ellos para lograr mayorías.
     Llegan los mítines, en todos se echa de menos la frase: vamos a intentar, por prometer que no quede, no estaría de más, una crítica al adversario de manera leal, sin insultos y descalificaciones personales que incluyen a veces incluso a familiares, pero claro, para algunos es la única manera de marear la perdiz, arrancar un aplauso de sus incondicionales y si te he visto no me acuerdo.
     Vuelven en las ciudades las cuadrillas de obreros a las calles, van a subsanar averías que hace tres años y medio debían de haber arreglado, en aquella época ya estaba todo el pescado vendido y los sillones repartidos.   Ahora todos dicen estar seguros de ganar, pero casi ninguno las tiene todas con sigo.
   Los que nos presentamos por un municipio pequeño, no esperamos que nadie de la ejecutiva nacional, venga a apoyar nuestra candidatura, por lo que podemos elegir día, hora y un lugar acogedor sin grandes multitudes. Sabemos que nuestra obligación con el pueblo es dar una mera charla informativa, en la que se expondrá lo realizado y las expectativas de los proyectos a realizar, siempre y cuando contemos con el apoyo mayoritario de los vecinos, lo recaudado, dé para ello y no salga ningún imprevisto más urgente y necesario, que a perro flaco todo son pulgas.
    Ahora suben las temperaturas, la gente sale a pasear, los niños están deseosos de acabar los exámenes y corretear por todos sitios, ¿a quién le importa de lo que estoy hablando? Después de pasar el invierno, y un principio de primavera, con los fines de semana lluviosos, lo importante es el buen tiempo, disfrutar de él, y el 21, ya reflexionaremos sobre lo que queremos hacer al día siguiente, el 23 hablaremos del gobierno, de futbol o de la telenovela por no perder la costumbre y a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga.
   A todos los “valientes” como dice una amiga, simplemente suerte y a todos los “incautos” como digo yo, a seguir soñando y procurar que esos sueños puedan hacerse realidad.

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