jueves, 18 de octubre de 2012

Volverás


          Estimado amigo Carl.;   Hace tiempo que no leo las historietas y opiniones que escribes en este blog.    Debe de hacer cuatro meses, pero creo que debo de empezar desde el principio.

   Abro el enlace que guardo en favoritos, lo primero que veo bajo el titulo, es el encabezado, esa frase que tantas veces has repetido, y que en más de una vez debías haber aplicado a ti mismo.

   paso antes de nada, a la parte inferior de la pagina, para entender el porqué de tu firma, con una reflexión que ya no recordaba, la cual no sé si habrás logrado llevar a cavo en tus escritos, pero doy fe, de que si lo has intentado.

    El blog lo iniciaste según mis cálculos,  allá por 2009, año de muchos los cambios. Comenzabas con una fuerte carga emocional por la pérdida de un amigo, al tiempo que comenzabas a leer a otro, pero con prudencia.   A los políticos empezaban a bailarle las cifras, habíais decidido, haceros cargo de un nuevo negocio y como consecuencia, ibas a abandonar el mundo de la farándula;   pero bueno, empecemos por lo que ya habías escrito antes, y tenias guardado esperando a tener un sitio donde exponerlo a los demás.

   Desde que escribiste (sensaciones. oct. /2000) Hasta el momento en que pusiste letra a (infancia jul. /2001) Seguiste disimulando una realidad que pretendías.......... solo fuese un sueño;           Ahí, en ese momento, esa noche,  asumiste el futuro, te envolviste en un caparazón para ocultar tus sentimientos y dibujaste en tu rostro un “no pasa nada”.

      Unas noches como acompañante en un hospital, tal vez por aburrimiento,  te hicieron volver a dejar ver un poco de tu interior  y  la idea de un blog, te pareció oportuna;     Te daría más trabajo describir situaciones ficticias, que hacer poco creíbles las vivencias que deseabas mostrar, o más bien recordar después de un tiempo.

   Releo ironías de la vida, 24/01/2010.  Cuantas cosas que contar, tantos sentimientos reprimidos, intentas decir tantas cosas, que no dices nada, simplemente te desahogas, es una manera de pisar la línea de salida y esperar el pistoletazo.

   A los pocos días, ya en febrero, vaya mosqueo por una rosquilla, que no digo que no tengas razón,  eso sí, lo subiste con todas las ganas, tantas que tuviste que moderar algunas palabras para no faltar a nadie.

   En ese año, debió de caer la semana santa  muy pronto, pues terminando marzo, ya echabas de menos las procesiones de tu ciudad natal, tal vez, porque dedicándote a la farándula, eran las únicas fiestas que pasabas en casa con la familia. 

  A partir de ahí, empezaste a contarnos historias sin aclarar que parte de ellas eran más veraces, compartiendo opiniones que intranquilizaban tu mente y aprovechando este medio, para dar a conocer a tus seres queridos y sus días señalados; personalizaste demasiado tus escritos, por lo que en cierto momento te replegaste un mucho a la hora de abrirte a los demás y a ti mismo. Algún día de Septiembre, empezaste a mirar al pasado, quitándole importancia al presente y cerrando los ojos al futuro.     Hasta que un día de junio  se apoderó la impotencia de tu alma y decidiste bajar los parpados al tiempo que tus manos, que tanto tiempo llevaban separadas de tus teclados, cubrieron con fuerza tus oídos para no escuchar el amanecer y así entregarte a la oscuridad de la noche, alimentándote de sueños.

  No sé, ni cuando, ni como despertarás; solo debes saber, que serás bien recibido y seguiré mirando cada poco, para ver si has escrito algo nuevo.

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