martes, 23 de abril de 2013

Depresión 1/6


1.- Prólogo


        Comienzo ahora, a escribir pensamientos, reflexiones basadas en una situación transitoria, teniendo en cuenta mi poca información sobre el tema, con el único fin de que un día, pueda orientar sobre todo a los familiares y amigos de ese incomprendido, o yo por lo menos, lo considero así.

    Lo pretendía publicar todo junto, pero debido a las correcciones, he decidido hacerlo por partes, para que así además resulte un poco más ameno; lo dividiré en (6 partes).

1.- Prologo

2.- Desencadenante

3.- Proceso

4.1.- Diagnostico y Tratamiento

4.2.- Automedicación

5.- Reflexión

6.1.- Consejos

6.2.- Conclusión

    En ningún momento, espero incomodar a nadie, que nadie cargue con ninguna culpa, me dispongo a decir lo que pienso, sabiendo que nadie está en posesión de la razón absoluta y menos yo;   la interpretación de lo escrito depende de cada lector, cada cual que entienda lo que le interese en ese momento para estar en harmonía con sigo mismo, al final, es lo único que importa.

    La hipocresía que reina en toda sociedad, nos hace juntar en una misma probeta, (porque la vida no deja de ser un experimento) lo que uno piensa que está bien y lo que los demás le permiten realizar;   lo que uno piensa que está mal y lo que los demás le exigen hacer;  todo esto aderezado, con factores económicos, circunstancias familiares, amistades, centro de educación, convicciones religiosas, vocaciones altruistas, necesidades o enfermedades del cuerpo  e inquietudes del alma.

     Desde niños nuestro entorno en general, se encarga de agitar esta poción con fuerza,  está todo tan mezclado que no se aprecia diferencia entre un compuesto y otro;  cuando vamos siendo (o nos creemos) un poco mayorcitos, por si esto no estaba suficientemente enmarañado, entran otros elementos como el enamoramiento y la sexualidad, los cuales producen nuevas reacciones: celos, odios, reflexiones demasiado profundas en los problemas del corazón que nuestra mente no resistiría que llegásemos a entender individualmente, por lo que nuestra mejor medicación para dicha enfermedad es simple: por si el entorno no fuera suficiente, ya nos encargamos nosotros mismos de agitar todo con más fuerza.

   Los años pasan, y los problemas no se multiplican solos, creo, que los buscamos y acentuamos para no pararnos a pensar ¿Qué somos? ¿Qué hacemos aquí?, cuestiones a la que lo más seguro, no seriamos capaces de dar explicación, con un sinfín de preguntas que quedarían sin respuesta.

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