jueves, 6 de junio de 2013

El Coballa, con (LL) parte:6

 

          A los diez y diez, Raquel entró con el desayuno;  él, la miró extrañado, una nueva y además de blanco.
    .- buenos días Francisco
.-buenos días
    .-soy Raquel,  hoy estaré todo el día y la noche de guardia, cosas del jefe
.- ¿no será por culpa mía?
    .-no, les han dado el día de descanso a todos
.- ¿Miguel?
   .-ya te he dicho, todos están de descanso, no ha pasado nada raro, son cosas del director
        Después de desayunar, se fue a la cinta, le puso media hora de tiempo y una velocidad media;   luego cogió las pesas e hizo los ejercicios del día anterior, al igual que flexiones y abdominales, luego se metió en el túnel de lavado como él lo llamaba y sin darse cuenta se le había hecho la hora de comer, por no estar Miguel, se había esforzado durante más tiempo, para que cuando se lo contase Raquel, se sintiese orgulloso.
     Mientras estaba comiendo, recibió la llamada de su hermano, llamaba para decirle que no le había comentado nada a sus padres de lo de la crisis y que esa tarde no podía ir a verlo, le había salido un trabajillo de unas horas, por lo que se pasó toda la tarde viendo la televisión, sentado en el sillón, con las piernas sobre la silla.  Ya cenado se echó a dormir, cuando Raquel volvió, a recoger la bandeja:
.-perdona, no tenía hoy el día, más vale que te hubiesen dado el día libre también a ti
     .-tranquilo, he pasado la tarde de cháchara, con una compañera y ahora he quedado en que  pasan por aquí el celador que está de noche y otra compañera, se traen el interfono y así si suena algún timbre van, solo tienen que cruzar la puerta y se ve todo el pasillo de las habitaciones
.-me alegro, así por lo menos se te hace más amena
    .- hasta mañana
.-adiós
     .- oye, de esto, chitón, que me llevo la bronca
.-no te preocupes, yo no te he podido ver
    .-gracias
.-buenas noches
       Un día para olvidar, ya vendrían días mejores.
     De nuevo una voz conocida, era Jaime
       .-Chaval, arriba que son las ocho
.- ¿como está la cosa Jaime?
      .-bien, arriba, con ánimo, no te nos vengas tu abajo
.-por mí, te aseguro que no va a quedar
    .-así me gusta chaval.
        Todavía no había terminado el desayuno, cuando Miguel entró de nuevo por la puerta
    .- ¿has terminado?
.-no, me queda…
    .- pues otra vez te das más prisa, a la cinta, ¡ya!
         Parecía enfadado, agachó un poco la cabeza y le guiñó un ojo, todo era teatro para las cámaras.
.- lo siento, no volverá a ocurrir
        Nada más llegar el doctor Fernández al centro, mandó notificar a todos los componentes de la junta directiva, que a las trece horas se convocaba una reunión urgente, con asistencia obligatoria.
    A la una y cinco, estaban todos sentados en la sala de dirección.  El doctor Fernández, les pidió la aprobación, para modificar el planteamiento y presupuesto del proyecto inicial; en el primer momento más del cincuenta por ciento se negaron, aludiendo a que eso era imposible, mejor olvidarse y destinar el presupuesto a otros menesteres del hospital.
      Poco a poco intentaron ir acercando posturas; a las tres decidieron seguir con la modificación, si antes del viernes de la semana siguiente, estaba sobre la mesa un documento registrado con una serie de condiciones:
 

·       Los neurocirujanos, doctores, Prieto y Andreu, se comprometían a realizar la operación de extracción del tumor, en el plazo máximo de una semana, haciendo constar, que después de la cual, las crisis desaparecerían totalmente.

·       El Psiquiatra y director, doctor Fernández, emitiría un informe en el que constase, que según las pruebas obtenidas en el tiempo en que ha estado ingresado, las crisis del paciente, jamás han supuesto peligro para ninguna persona de su entorno, por lo que no es necesario, someterlo a ninguna medicación, referida a su supuesta agresividad.

·       La psicóloga, Doctora Elvira, emitirá un informe en el que constase, que el estado psicológico del paciente, es emocionalmente normal, con pautas de comportamiento y racionalidad, superiores a las habituales, por lo que puede realizar una vida normal dentro de la sociedad.

·       La doctora Santos, dará fe, de que los informes anteriores están avalados por ella y por las grabaciones de las sesiones, que pone a disposición de los peritos judiciales en caso de que se estime necesario.

·       La doctora Santos, informará de forma clara y entendible para el paciente, que tipo de prótesis, le pretende implantar, así como su funcionamiento, efectos y que quedarán formando parte de su cráneo, a no ser que en algún momento supongan un riesgo grave para su salud.

·       Un compromiso conjunto de todos los doctores, incluido el doctor Benítez,  de que todos los documentos anteriores, serán enviados a la fiscalía, para que solicite, sea revocada la sentencia judicial emitida en su contra, volviéndose si el juez lo considera oportuno a repetir el juicio, con la intención de que el veredicto sea el de inocente de todos los cargos.

·       Don Francisco Gómez, después de tener todos esos documentos en su poder, sin ninguna presión, deberá firmar el consentimiento de seguir en el proyecto en calidad de paciente, firma que deberá ser acompañada, por la de un familiar directo, como testigo de su aprobación y conocimiento de todos los riesgos.

 
           Todos los más reticentes, albergaban la esperanza de que una vez que francisco supiera, que en una semana, estaría operado, sin tumor, sin crisis, y la propuesta del fiscal, de revisión de su sentencia, no le quedaría ninguna duda, se lavaría las manos; en caso de que no fuera así, de todos era conocida, la no aprobación por parte de su familia.  Ya se veían repartiendo el suculento dinero del proyecto en otros servicios, sobre todo en urología, ya que entre los miembros de la junta, era el servicio que más representación tenía.
     Nada más salir de la reunión, llamó a su despacho a todos los doctores implicados en el proyecto, para informarles, debido a la ausencia de un par de ellos, se pospuso la reunión hasta las cinco de la tarde y llamó por teléfono para informar a los ausentes, no valían excusas.
       Los doctores, Andreu y Prieto, seguían siendo reticentes a los cambios sugeridos, perderían todo su protagonismo, cediendo parte del éxito a la doctora Santos;  En un momento de extrema tensión:
     .-Veo que aquí, lo que menos importa es la investigación, solo estamos para figurar, pues bien, como director del proyecto y sin consultar con la junta directiva, puedo designar nuevos colaboradores, seguro que hay doctores deseando de recibir la propuesta.
      No les quedó más remedio que aceptar; en realidad no les importaba en este punto que todo se fuera al garete, pero sabían, al igual que todos, de la oposición drástica de su familia, mejor salir con las manos limpias.
       Los días pasaban, ningún doctor aparecía por la habitación, él preguntaba a los auxiliares, pero no había respuesta; por la tarde con su hermano lo comentaban, todo era muy extraño, tanto tiempo allí, para qué, ¿y la operación?;  Luis, intentaba quitarle importancia, quizás, con los sensores, estaban viendo todo lo que querían. No le faltaba razón en parte, el psiquiatra y la psicóloga, analizaban cada día los distintos estados emocionales, y la doctora Santos, diseñaba un mapa, para más adelante poner los implantes en los sitos más estratégicos, con la máxima y milimétrica exactitud.
     El martes por la mañana todos los informes estaban redactados y firmados, sobre la mesa del director, Isa, entró y le quitó todos los sensores, le mandó vestirse, para que fuera al despacho donde lo esperaban todo el equipo, incluidos los auxiliares por decisión expresa del Doctor Fernández; probablemente, no volvería a entrar en esa habitación.
.- ¿Isa que pasa?
      .-no lo sé, mi niño, pero aunque lo supiera, no te podría decir nada
.- ¿qué me pongo?
       .-déjame a mí, cuando vuelva debes de estar afeitado y peinadito
          Mientras él se preparaba, Isa fue hasta la sala de monitores, donde en un cajón, tenían la ropa de calle de francisco, todos esperaban allí.   Andrea sacó el pantalón, el jersey y la ropa interior, mientras tanto, Andrés, sacaba una camisa que tenia colgada en una percha en su taquilla y la rociaba con un punto de colonia.
     Ninguno perdía la esperanza, pero en su situación, nadie de ellos volvería.
              Por los altavoces:
        .-Fran, cuando estés te abrimos la puerta y sales al pasillo de acceso
.-de acuerdo Miguel
        Si la posibilidad del 0.001%, triunfaba, en la habitación no debía haber nada fuera de lo normal.
         Después de vestirse, se dirigieron juntos al despacho, en el trayecto por el pasillo, no se oía ni un suspiro, en sus mentes, solo habitaba la incertidumbre.
         Había una silla en el dentro, frente a los doctores, donde se sentó Francisco, el resto detrás, de pie formando un semicírculo, con los brazos cruzados, como si fueran su escolta personal.
      Cada uno, fue leyendo en voz alta su informe, explicándoselo con un vocabulario comprensible y entregándoselo.   Una vez, tenía todos en su poder, el director le leyó lo acordado en la junta y le entregó el documento que debían firmar tanto él, como un familiar.
            .- ¿has entendido todo?
.-si
      .-ahora puedes consultar si te queda alguna duda
.-no lo tengo claro; ¿y usted, que haría?
     .- no me atrevo a ponerme en tu piel
.- ¿y ustedes?
         Todos mantuvieron silencio, con la mirada decían, acepta, pero yo no lo haría.
         Miguel, dio un paso adelante:
      .-Fran, coge los papeles y vive tranquilo, tú ya has hecho más que todos nosotros, te lo tienes bien ganado.
.- ¿podría irme a casa dos días antes de firmar o no?
       .-bajo mi responsabilidad, te puedes ir, pero el jueves a primera hora necesito tu decisión irrevocable, van a ser seis meses aquí o en tu casa, lo que decidas, será.
       La doctora Elvira se acerco a él:
         .-Francisco, si decides no volver, lo entenderé y aquí, por mi parte y creo que la de todos, siempre tendrás unos amigos.  Si decides seguir adelante, no sé, si alguno de nosotros lo comprenderá, pero te recibiremos con los brazos abiertos.
        Abrió la puerta y se marchó dejándola abierta, uno por uno, se fueron despidiendo de él.   Solo ya con el doctor Fernández, salieron los dos y fueron caminando hasta el ascensor.
        .-te espero el jueves a primera hora, con tu familia, tomes la decisión que tomes, te estamos muy agradecidos, hemos aprendido mucho, más de lo que pretendimos.
.-hasta el jueves, no le garantizo nada
    .-no es mi intención en este momento, ah, toma dinero para el taxi
.-se lo devolveré
      .- a esta ronda invito yo, adiós
.-adiós y gracias
       La puerta del ascensor se abrió y él se dirigió a casa, nadie lo esperaba, sería una sorpresa.

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