miércoles, 7 de agosto de 2013

El Coballa con (LL) parte25

   Esa tarde, ninguna señora llamada Carmen y de las características de su madre, había ingresado en urgencias de ningún centro, tampoco ningún joven llamado Luis;  el único ingreso de alguien de veinticinco años, era el de uno llamado Fernando, casualmente de su mismo barrio, con una fractura en el maxilar inferior, producida por un objeto contundente, según el historial, pero ya había sido ingresado en planta.
    Por lo menos sabían, que no les había pasado nada, como para tener que ser hospitalizados.
.-pues habrá que llamar a los bomberos, a la policía, a protección civil, yo que se
     .-en el 112, no han recibido ninguna llamada que pueda estar relacionada con ellos, ya es algo
.-a saber donde andarán, luego dicen, es que no tienen vergüenza
      Volvió a sonar el teléfono:
.-diga, diga,
   .-que vamos a cerrar cocina, ¿vais a bajar a por la cena o os la tenemos que subir?
.-anda y que os den, dejar de tocar los huevos con el teléfono y la puta cena
         .-Francisco, eso no ha estado nada bien, bajo yo a disculparme con ellos en persona
            .-no me fastidies, ellos no tienen culpa
.-lo sé y lo siento, pero ya no sé lo que puedo hacer
      .-nada, esperar
   Jaime, llegó para pasar la noche, pero ni Andrés ni Andrea se iban a marchar hasta saber algo; ya no sabían donde llamar, que hacer para darle ánimos o tranquilizarlo un poco.
    .-llamemos otra vez a tu casa, a ver si tu padre sabe ya algo
   Nadie contestaba la llamada, seguro que estaría dando vueltas buscándolos; estaban colgando, cuando vieron que se acercaba alguien a la puerta, abrieron sin esperar si quiera a que la luz verde se iluminase, era el padre de Francisco.
 .- ¿se sabe algo?
    .-no, yo he hecho el recorrido que todos los días hace tu madre y nada, he preguntado a los conductores, por si la habían visto en alguna parada, nada de nada
.- ¿y Luis?
    .-igual, tenía que haber ido a rematar el techo de una cocina, pero no ha aparecido
.- ¿pero no habéis salido juntos de casa?
    .-no, yo hoy no he ido a comer, había una avería que reparar urgente, y la he estado haciendo al medio día
       .-usted y yo nos vamos a ir a su casa y así en cuanto se sepa algo llamamos
   .-pero Andrés, vallase usted a su casa que es tarde y no puede hacer nada más
       .-si, hacerle compañía mientras llegan, y no os preocupéis, veréis como al final es una bobada;  vamos, cogemos un taxi y cuando lleguemos os llamamos para que sepáis que estamos allí
.-padre, ¿has preguntado por el barrio?
     .-no, pero cuando lleguemos pregunto en el bar, a ver si está abierto
         .-pues rapidito, a ver si allí saben algo
   Pasaron más de cuarenta minutos hasta recibir la tan esperada llamada.
.- ¿se sabe algo?
    .-si hijo, ahora mismo nos vamos a buscarlos
.- ¿pero donde están?
   .-por lo que nos han dicho en el bar, en los calabozos del juzgado
.- ¿pero que han hecho?
   .-no sé, tranquilo, Andrés está con migo, cuando lleguemos a casa con ellos te cuento, pero no sé si los soltaran antes de que llegue el juez, según Desiderio el camarero ha debido ser muy gorda
.-vale, dile a Andrés que llame en cuanto sepáis algo desde el móvil
    .-adiós que ya está el taxi esperando en la puerta
  El tiempo pasaba, ya con la tranquilidad de que estaban bien, Andrea y él sentados en la cama, daban alguna que otra cabezada, esperando que alguna noticia rompiera el silencio que imperaba en la habitación.
    En cuanto tuvieron información, Andrés se apresuró a llamar.
     .-tranquilos, ha sido una simple riña
.- ¿y por qué no los dejan ir a casa?
    .-mañana a primera hora el juez tiene que dictar medidas cautelares y ya los dejan ir
.- ¿y dices que ha sido una simple riña?
    .-aparte de que Luis le ha dado un golpe con la caja  de herramientas a uno en toda la boca y se la ha partido y que cuando ha llegado la policía, tu madre ha agredido a los agentes y no había quien la sujetase
.- bueno el caso es que están bien, gracias por llamar
    .-hasta mañana, luego desde casa ya te llama tu padre para darte detalles
         .-ha merecido la pena la espera, ¿has oído Miguel?
              .-claro que lo he oído, que pena de alguien que lo haya gravado, según es Carmen, seguro que los guardias, la han visto pequeña y se han confiado
.-en cuanto que se hayan ido a detener a mi hermano, mi madre seguro que ni lo ha pensado y esta es igual que un perro de presa, una vez que agarra no suelta aunque la maten
       .-con razón el director se tomó en serio sus amenazas cuando firmó la autorización
.-ya llevábamos mucho tiempo con el barrio tranquilo
       .-bueno ahora ya me voy tranquila a casa
.-si, tira, menudo turno te has tragado
      .-ahora me rio, pero en verdad que  habido ratos que he estado a punto de llorar de los nervios
.-hanta mañana pequeñaja
     .-y tú, ya a dormir
.-no, esperaré a que llame mi padre
        .-ahora entro yo y nos hacemos compañía
.-mejor, porque hasta que llegue a casa
    Cuando llamó, ya estaba amaneciendo, aunque allí dentro no se diesen ni cuenta, tampoco es que pudiera dar, más detalles de los dados por Andrés, pero intentarían dormir el poco tiempo de que disponían lo más tranquilos posible; el padre debía avisar a primera hora de lo ocurrido y pedir la mañana libre para hacer los trámites oportunos.
    Ya a las ocho, llegaron Isa y miguel, enseguida, Jaime les contó lo sucedido la tarde y noche anterior; por lo que decidieron dejarlo dormir un rato más.  Jaime se fue a descansar; cuando Miguel se dio la vuelta para firmar el parte, Isa desapareció como por arte de magia, a los pocos minutos ya toda la planta estaba informada y según iban llegando los doctores, antes de acceder a la sala de dirección, alguien le había notificado ya la hazaña de la familia Gómez; nadie sabía en realidad que había ocurrido, pero todos daban  veracidad a las distintas versiones de la información recibida.
     .-Las novedades de esta mañana, creo que no son necesarias, todos estuvimos presentes ayer, debido a los rumores que circulan por la planta, deberíamos ir a recoger la información de primera mano y ver en que podemos ayudar
        Después de hablar con Francisco, que tan solo contaba con la información recibida la noche anterior, llamaron a su casa, para ver si todavía se encontraba allí su padre.
     .- ¿dígame?
.-soy el doctor Fernández, ¿hay alguna novedad?
    .-no, acabo de llamar al juzgado y me han dicho que el juez llega a las diez, por lo que voy a llamar a la empresa para pedir permiso esta mañana y decirles el porqué faltó ayer Luis
.-de eso me encargo yo, déjelo bajo mi responsabilidad
    .-entonces me voy hacia el juzgado
.-no espérese un momento; doctora Santos, Miguel, ir a casa de Francisco a recoger a su padre, os vais con él y cualquier cosa que se necesite y no esté a vuestro alcance me llamáis a mi directamente a mi móvil privado, antes del medio día quiero ver aquí a la señora Carmen y a Luis
       .- ¿puedo yo acompañarlos?
.-no, que tú, estás de turno y de esto ni una palabra ni al aire que respiramos, ¿de acuerdo?   Bien espere en casa que ya salen a buscarlo para ayudarle en lo que necesite.
    .-gracias, aquí los espero
     Francisco, no hacía más que preguntarse, que podía haber ocurrido para que su hermano le hubiera roto la boca a Fernando, vecino de toda la vida, incluso amigos, salían juntos desde pequeños, además era la primera vez que Luis hacía algo así, era la típica persona que todo lo arreglaba hablando y con buenos modales, incluso prefería perder de sus derechos por no discutir; lo de su madre era otro cantar, tratándose de sus hijos, no aguantaba una mosca en la oreja.
    Tras hablar con el juez en presencia de un abogado al que mandó ir la doctora Santos y advertirles de que se debían presentar en comisaria dos veces por semana hasta que saliese el juicio, les devolvieron sus efectos personales y les dejaron salir en libertad; su padre caminaba delante, Miguel y el abogado, custodiaban uno de cada lado a Carmen, haciéndola callar, para que no la volviese a armar, su intención era dejar claro, que ella tenía razón y que a su hijo no lo tocaba nadie por muy policías que fuesen; detrás Luis acompañado por la doctora Santos, le explicaba a esta el motivo de la agresión, ella en ningún momento le quito la razón, es más, aprobó su actuación dándole ánimos, ya sacarían el dinero de donde fuera entre todos para pagarle a ese la mandíbula nueva, pero Francisco no debía de enterarse por el momento, por lo menos hasta consultarlo con la doctora Elvira, al fin y al cavo era la psicóloga.
      Desde allí partieron directamente al hospital, en la habitación los esperarían todo el equipo, según les dijo el director al recibir la llamada notificándole que estaban de camino; nadie se quería perder el momento, sobre todo oírle contar lo sucedido a la señora Carmen.
    .-ya estamos aquí
       .-pasen, pasen y siéntense donde puedan
.- ¿pero qué ha pasado Luis? ¿tu pegándote con alguien?
           .-nada, que me pilló con los cables cruzados, ya sabes
.-todavía no me lo puedo creer ¿y tú madre, para que te metes?
       .- ¿Cómo que para que me meto? Pero leche, pues no van los jalipollas esos, que se creen que porque llevan uniforme pueden ir mandando a todo el mundo y le empujan a tu hermano que estaba tan tranquilo contra el coche para ponerle las esposas; bueno, me ha hecho una cosa la sangre, que me he agarrado a los pelos de uno y he empezado a dar patadas al otro, que si no es por el imbécil del vecino del segundo y otros cuantos que lo que tenían que estar era preocupándose de su vida y dejar la de los demás en paz, me los como a cachos
.-pero madre
         .-sí pues han tenido suerte, porque justo ya tenía el brazo del más guaperas cerca de la boca, si lo agarro con el mordisco, saco cacho, como que si lo saco y encima luego, llegan a comisaría diciendo que ellos no habían dado motivos para que me pusiese así, ya les he dicho, que tengan cuidado con volver por el barrio, que como los pille sin una buena manta palos no se van
     .-señora Carmen, ahora lo que tenemos que hacer es calmarnos y esperar al juicio sin más problemas
        .-no si en el juicio me van a oír, toda la noche en un calabozo, como una vulgar asesina, pero que se han pensado estos y  pienso denunciar a los de comisaria por abuso de autoridad y a estos dos por enclenques, vaya unos hombretones, que tienen que llamar a los vecinos para que no les pegue una vieja, así va el país, con esta panda de borregos afeminados con uniforme
    .-ala venga, ya pasó todo, están juntos, bien, pues lo demás es agua pasada
    Ninguno se había atrevido a decir esta boca es mía excepto el director; era una escena tan extraña, ver a aquella mujer delgada de pequeña estatura, gesticulando cada movimiento, con los ojos de un gato arrinconado, sacando las uñas y erizando el pelo de su lomo, que se podía sentir la crudeza de lo que estaba contando y el miedo que en ese momento, tuvieron que pasar los dos agentes, por mucho uniforme que llevasen.
   Todos se fueron para casa, en el trayecto que realizaron, ninguno pudo dejar de pensar en aquel momento vivido, en su intensidad, en su realismo, e incluso en lo cómico que resultaba visto desde la distancia, no podían por menos que echarse a reír, bueno o a temblar, si a Francisco le hubiera pasado algo.
      El doctor Fernández, ya había dejado dicho que no volverían al trabajo hasta el lunes, por motivos personales, a lo cual, no pusieron en la empresa ningún impedimento, agradeciéndole, que los hubiera puesto en contacto con ellos, eran unos trabajadores excepcionales y por dos días no se iba a acabar el mundo.
     Después de comer, ya con el mono de trabajo puesto, recibieron la llamada, era el director, se le había olvidado decírselo, con todo el ajetreo.
     .- ¿pero cómo no vamos a ir a trabajar?
        .-tomarlo como una orden mía, ya está todo hablado, esta tarde, mañana y hasta el lunes, los tres a ver a Francisco por la tarde, y no se hable más
    .-gracias, si usted lo dice
        .-ya está todo dicho y no hay ningún problema
    .-Luis, quítate el mono, que nos vamos los tres a ver a Paco
.-a no, eso sí que no, a trabajar, perros, que ya habéis perdido la mañana y tu todo el día de ayer
    .-que no, que era el director, que ha dicho en la empresa que no volvemos hasta el lunes a la mañana y le han dicho que sí
.- ¿y tú que le has dicho?
   .-pues nada, que le voy a decir si me ha dicho que era una orden suya
.-no, si se os da muy bien obedecer las órdenes cuando os interesa, ya me enteraré yo de lo que pasa y ya podéis ir aprendiendo a rezar como no sea como me lo estáis contando
     .-madre a mi no me metas que yo no he hablado con él
.-no, si tú ya te has metido tu solito, no tienes puños no, le tuviste que dar con la caja llena de herramientas, paberlo matado.
    .- ¿sabes lo que te digo? que le está bien empleado,  así se acuerda cada vez que vuelva a abrir la boca
.-tú encima dale la razón
    .-si hay algo de lo que me arrepiento, es de no haber sido capaz de haberlo hecho yo hace tiempo
.-en parte si a las cotillas del mercado, en vez de cantarle las cuarenta de vez en cuando, porque eso sí, yo no me callo, le hubiese gado un buen hisopazo en el morro el primer día, se habían acabado las tonterías
         .-me ha dicho la doctora Santos, que a Paco, ni una palabra del porqué de lo sucedido, hasta que ella hable con Elvira; me imagino que para no encenderle más la sangre
.-no, no, a Paco le decimos que te insultaron a ti
     .-y si le decimos que todo viene por envidia de que los dos tenemos trabajo y nos va bien
         .-vale, así el se queda tranquilo, ya ve que nos sabemos defender solitos y nadie nos va a pisar el terreno
    Se arreglaron y salieron de casa dirección a la parada del bus,  allí estaban como siempre sentadas una vecinas que se juntaban para cotillear; luego, ni cogían el bus ni nada; cuando llegaron hicieron mención de callarse un momento.
     .- ¿Que, ya ha corrido la noticia?
        .-Carmen, que no estábamos hablando de lo vuestro
    .-pues por si acaso, que sepáis que ha sido el primero, pero puede que no sea el último o la última
            .-calla madre
      .-bueno advertidas quedáis y ahora lo contáis por el barrio, que se enteren bien todos, que no me importa
   Las cuatro señoras se levantaron del banco y se fueron rezongando, no siendo que la historia fuera a más.
     Al fin llegaron al hospital, vaya sorpresa, Paco, no se esperaba tan  grata visita en día de diario.
.- ¿como no estáis vosotros trabajando?
    .-de vacaciones hasta el lunes por orden del director
.- ¿del director?
    .- sí del doctor Fernández, que ha hablado con los jefes
.-y al final, ¿qué pasó con Fernando?
         .-nada, que desde que estamos trabajando, pues hombre, andamos mejor, está claro, perece que les jode y llevaba ya un tiempo jugando a la lotería y hoy le ha tocado
     .-si, la pedrea
.-yo he salido más a madre, tenemos un pronto, pero tú, yo no recuerdo ni a padre ni a tí, en una discusión nunca
          .-en fin, alguna vez tenía que ser
.-que no os había contado, ayer a la hora de comer, me sellaron todos los tornillos
      .- ¿Qué tornillos?
.-bueno como se diga, que lo que me pusieron en la cabeza, ya está como anulado
            .- ¿entonces ya está?, ¿te dan el alta?
.-no creo, tendrán que hacer algo más, pero a nivel preguntas y cosas de esas, como cuando íbamos al psiquiatra
    .-eso ya no tiene importancia
          .- ¿y los puntos, y el casco, y  las ventosas?
.-yo que sé, me da igual, cuando quieran ellos, qué más da si yo estoy bien
       .-nos vamos hijo, que se nos hace tarde, mañana estamos aquí otra vez
.-bueno si no os detienen
      .-muchas veces, si no fuera por este cristal
.-adiós genio
           .-calla, que luego descarga con nosotros
.-hasta mañana
      Faltaban doce  horas para el día clave; de esa reunión, dependería en parte todo el futuro de la fundación y el resto no importaba.

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