jueves, 3 de octubre de 2013

Trenzas doradas capitulillo 2

 
         El sol estaba a punto de ocultarse tras las montañas. Mientras él, en un artilugio metálico de tres patas preparaba la fogata para hacer una barbacoa cerca del agua y alejado de los matorrales “no la fuéramos a liar”.  Ella colocaba una mesa extensible para que entrasen con holgura los cinco grandes platos, junto a los vasos y las ensaladas centrales.
     En los postes del cobertizo de lona, habían colgado para iluminar la velada, unos quinqués que simulaban en su forma a aquellos  de petróleo que antaño se usaban, aunque estos eran de gas.
     Unas siluetas se acercaban lentamente haciendo crujir las frágiles hojas secas bajo sus pies, se detuvieron un momento cuando solo les faltaban unos metros, un pequeño punto de indecisión llenó sus mentes, la niña les cogió de las manos y tiró de ellos, haciéndolos avanzar.
.-hola
   .-buenas noches
      .-buenas noches. Héctor ven
          .-ya mismo
               .-soy Raúl, el padre de Clara
      .-yo me llamo Ángela y ese que viene por ahí es Héctor
   .- me llamo Soraya, yo soy la madre de este bicho
           .-encantado de conocerlos
              .-esperamos no molestar, Clara nos ha dicho que querían conocernos
   .-lo siento, lo de la cena ha sido idea mía
         .-Raúl ¿me echas una mano con los pinchos?
              .-vamos a ello
.-mamá y tienen una lata de cacao
   .-ya me lo has dicho antes
      .-Clara, pero primero hay que cenar
.-bueno vale ¿pero de postre?
   .-luego pesada
      .-si, de postre un gran vaso de cacao
.- ¡bien!
          .- a un lado, que esto quema
   .- uum, que bien huele
            .-mejor sabrá
      .- a sentarnos, que así calentito es como están ricos
            .- ¿vino?
         .-un poquito
   .-yo con gaseosa
      .-pues Clara y yo naranjada
.-que rica
   .- ¿qué le echas al adobo para que quede la carne tan tierna y sabrosa?
            .- los polvos mágicos de birlibirloque, alguna especia y mucho carriño
.- ¿polvos mágicos?
      .-sí, mira como chisporrotean las brasas, cada chispita en un granito de polvo mágico que ha caído en ellas
.-que chulo, salen como estrellitas
      .-claro porque es magia
   .-no os despistéis, que estos dos no paran de comer
             .-vosotras seguid hablando
         .-Héctor date, que se queman los choricillos
   .- ¿pero más comida?
      .-y luego su especialidad, unas morcillas torradas
.- ¿morcillas?
      .-ya verás que ricas
              .-aparta la ensalada, que esto no entra
   .-me parece a mí que a vosotros el verde os va poco
           .-a nosotros nos va más el rojo de la carne
      .- y el del vino, que os estáis poniendo
.-mami, yo ya no quiero más, ¿puedo entrar a hacerme el cacao?
   .- ¿cómo vas a entrar tú? pídele permiso a Ángela
.-si sé donde está todo
     .-sss. Que es un secreto.  Vamos las dos, yo también quiero
   .-ya que vais ¿podríais traer otro para mí?
      .-a ver ¿alguno más?
            .-no, nosotros vamos a terminar esta botella y los choricillos
         .-que pena de hambre, para probar esas morcillas
             .- ¿hago un par de ellas?
         .-no, no, es imposible gracias
   Mientras las tres féminas, tomaban con tranquilidad el cacao y hablaban sobre ropa y elementos de decoración, ellos se fueron a charlar sentados en el suelo a la orilla del agua.
            .-una pregunta: ¿y esa caravana?
       .-está ahí desde hace cuatro años, sucedió algo extraño y desde entonces por un mal entendido la gente del pueblo cambió y nadie ya viene a acampar aquí 
           .-la verdad es que la gente de aquí es muy extraña, ¿pero en realidad que pasó?
      .-es muy largo de explicar, mejor ya lo hablamos mañana
          .- ¿ustedes no son de aquí?
      .-no, vinimos hace un tiempo y cosas del destino, aquí seguimos junto a esta gente desconfiada que nunca quiso saber la verdad       
   .-Raúl, vamos que es tarde
      .-nos iremos mañana por la tarde, pero si os queréis acercar estamos aquí
          .-Héctor, te tengo que pedir un gran favor
               .-tú dirás
           .-que al año que viene, ocurra lo que ocurra volváis a visitarnos
               .-te lo prometo Raúl, aquí estaremos por estas fechas
.-hasta mañana me lo he pasado muy bien
      .- ¿y te vas sin darme un beso?  Bruja como te coja
.-se me había olvidado, ¿vengo a desayunar?
   .-Clara, no seas pesada
      .-te esperamos
   Ni Clara ni sus padres, aparecieron por allí al día siguiente, al terminar la tarde recogieron y partieron hacia su destino con unas cuantas preguntas sin contestación.

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