viernes, 31 de enero de 2014

Angélica-8.- regalo inesperado

       El despertador volvió a sonar. Como por costumbre, Sor Beatriz se había despertado con el alba, por lo que ya estaba terminando sus oraciones.  Se asearon y vistieron.
  (Mientras bajaban las escaleras).
     .-hoy empiezas el primer examen a las diez ¿Qué te parece si desayunamos un chocolate donde ayer?
.-vale, así como estamos muy cerquita, desayunamos más tranquilas
      .-pues vamos
             .-Buenisimos días hermana ¿han descansado bien?
     .-nos vamos que tenemos prisa
            .- ¿pero no desayunan?
     .-no nos da tiempo y no nos espere para comer
          .-pero eso no cambia el precio
     .-no se preocupe, lo entendemos. Quede con dios
.-pero hermana
     .-date aire, que se enfrían los churros
.-como es de golosa
     .- ¿llevas las pastillas?
.-si, para usted también
          Otra mañana viendo subir y bajar personas del autobús.  En un momento dado, abrió los ojos, se había quedado dormida. Que sopor, mejor me voy a tomar otro chocolate mientras sale esta niña.
       Por fin llegó la hora. Angélica salía como disgustada.
      .- ¿Qué ha pasado?
.-nada, en biología por un momento me he quedado en blanco. De las veinte preguntas, había dos que no se. Eran sobre las vitaminas y me lie con el nombre especifico, su función biológica y los alimentos que las contienen, sobre todo con la tiamina y la nicotinamida
    .-dos de veinte y sales disgustada. Tú eres tonta
.-pero creo que al final lo puse bien. Tiamina es la vitamina B1 y……..
    .-olvídate y déjame de vitaminas, que tengo un aburrimiento encima
.-bueno, yo creo que….
    .-eso ya es pasado. Ahora a pensar donde comemos hoy
.-no sé
    .-algo nuevo, moderno, diferente, pero sin salsas raras
.-ya está. Hoy vamos a una pizzería
      En las calles cercanas al instituto, había toda clase de lugares donde comer los estudiantes. Al fondo de una calle, un cartel rojo lo indicaba claramente.
.-mire, allí
       .-algo que se pueda comer y que no llene tanto como la dichosa hamburguesa. Que hay que dejar sitio para el postre
      Era un sitio algo reducido, solo contaba con un par de mesas pequeñas y la puerta estaba llena de motos con una especie de maleta grande en su parte trasera.
     .- ¿y tanta moto?
.-la gente normalmente las pide y se las llevan a casa
     .-bueno, pues encargamos unas cuantas y que las lleven al convento
.-va a ser mejor que no. Siéntese que ahora las pido
      .-aquí hay gente muy rara (pensando para sí)
.-me prepara una mediana de cuatro quesos y dos colas
            .- ¿para llevar?
.-no las tomaremos aquí
       .-oye ¿y los postres donde están?
.-no se preocupe, suelen tener unas tartas de whisky buenísimas
      .- ¿pero eso no es alcohol?
.-solo tienen un poquito de sabor. Pero me parece que para usted, una le va a saber a poco
       Al momento salió de la cocina la pizza humeante
    .- ¿y esto es una picha? Si tienen mejor pinta las tortillas que hace Sor Úrsula y eso que no llevan casi huevo
.-pero esto sabe a queso
    .-claro, claro, ahí debe estar el enigma oculto de la modernidad
       Cada una se hizo con una porción de las ocho en que estaba dividida.
.-vamos pruebe
     .-tú primero, luego ya si eso
.-está buenísima y crujiente
      .-a ver.  Tienes razón, se deja comer
       Tras terminar la pizza. Esta vez sí tenían sitio para el resto.
 .-nos pone tres tartas de whisky
               .- ¿tres?
.-si, si. Tres
      .- ¿y si con una me vale?
.-pues la otra nos la llevamos para esta tarde
      Ya en la mesa las tartas, las miró encogiendo los hombros
     .-no sé, yo creo que si me gusta puedo con dos perfectamente
.-ánimo, usted primero
      Metió un poquito con la cuchara en su boca y lo paladeó
      .-esto es una maravilla
.- ¿le gusta?
      .-me parece que vamos a pedir dos más
.- ¿se va a comer cuatro?
      .-no. Son para media tarde en un descansito en los estudios
.-ah, me había asustado
       Como es natural con la calma y el saborear la tarta casi llegan tarde a la pensión
       .-buenas tardes nos de dios
             .-igualmente
      .- ¿podría usar el teléfono? Es que todos los días debo llamar a la superiora a las tres
             .-llame, llame. Está a su disposición
                  .- ¿diga?
      .-madre ¿qué tal todo por el convento?
                 .-bien hermana ¿y por allí?
      .-todo perfecto, ya van tres y los tres bien
                 .- ¿está bien la pensión?
     .-si muy recogida y muy silenciosa
                .-cuídense y que dios las acompañe
    .-igualmente madre, ya rezamos todos los días por ustedes
               .-y nosotras.  Espero su llamada mañana a la misma hora y espero que todo sean noticias tan gratas
     .-adiós, madre
.- ¿Cómo va la cosa?
    .-bien, parece que está contenta
         Día tras día todo seguía más o menos igual. Hasta que llegó el viernes. Los dos últimos exámenes.     Angélica salió hoy del instituto cabizbaja.
       .-a ver ¿qué pasa hoy?
.-que el de religión me ha salido un poco flojo
      .- ¿pero para suspender?
.-hombre tanto cono eso no, pero no creo que pase de un siete
      .-entonces da igual ¿Te cuento una cosa? A mí, creo que tampoco se me daba bien, siempre andaba con el cinco rapado. Bueno, gracias que por el comportamiento, siempre me subían un poquito la nota.
     Fueron dando un tranquilo paseo con la intención de comer, recoger sus cosas y salir de viaje de regreso, así llegarían antes de que cayese la noche.
       Comieron con pausas de charla y después de saborear tranquilamente un rico flan casero y un café con leche. Sor Beatriz se levantó.
     .-ya son las tres ¿podría llamar por teléfono?
          .-llame, y perdone que no la acompañe, estoy terminando de fregar
     .-no se preocupe ya voy yo, gracias, tu espera aquí sentada
                  .- ¿diga? ¿Es usted hermana?
      .-si madre, ya se acabaron los exámenes
                  .- ¿y al final como lo ve?
      .-todo bien
                 .-pues cojan un taxi y aquí las espero para cenar
       .-había pensado que hoy nos podíamos quedar para descansar de tantos nervios de estos días y mañana salir a primera hora para llegar antes de la comida
                .-bueno, me parece bien, pero mañana antes de la una las espero
      .-Dios la bendiga madre
               .-hasta mañana hermana
    Volvió hasta la mesa
      .-Angélica, nos echamos un ratito la siesta
.- ¿qué siesta?
      .-señora, que nos quedamos también esta noche, marchamos mañana a la mañana
             .-de acuerdo, pero no he hecho su habitación
      .-da igual, a nosotras no se nos caen los anillos
.- ¿pero, esto a que viene?
       .- ¿no te apetece?
.-claro que me apetece
     .-pues se lo he pedido a la madre superiora y a ella le ha parecido bien
      Tumbadas en la cama, boca arriba, relajadas de una semana de tensión. La hermana preguntaba a Angélica por su pasado y como fue a parar a aquel reformatorio.
        .-duerme un ratito, que yo voy a rezar un poco
    Se arrodilló en el suelo, poniendo sus codos sobre la cama. Juntó las palmas de sus manos frente a su pecho y se dirigió a su dios:    
            .- Señor, sé que he cometido muchos pecados esta semana, más que en todos estos años desde que me acogiste en tu seno como novicia.  Todos injustificados. Así que por uno más. Si tu justicia aplica el castigo, como no va a practicar la recompensa.
      .-Angélica levanta
.- ¿qué quiere? ¿Le pasa algo?
      .-vamos a hacer una cosa. Ven
      Salieron de la habitación dejando la puerta abierta y bajaron a la planta de abajo.
     .-señora, puedo pedirle un favor
            .-usted dirá
    .-quisiera hacer una llamada, pero que no conste en la factura, yo se la pago
            .-considérela, obsequio de la casa
.- ¿donde se le ha ocurrido llamar ahora?
      .-yo no, tú
.- ¿yo?
      .-tienes una llamada, ¿a quién prefieres llamar a tu madre o a tu padre?
.-lo siento Sor Beatriz, si dispongo de una llamada, me gustaría hacérsela a una amiga
     .-ya me lo imaginaba yo, antes de que lo dijeses
.- ¿puedo?
     .-marca el numero que tú quieras, es tu llamada
     Antes de entrar a aquella especie de  cabina de madera con puerta de fuelle. Angélica se abalanzó y abrazó con tal fuerza, que sus lágrimas se fundieron en sus mejillas.  La señora de la pensión giró la cabeza y volvió a la cocina con los ojos vidriosos, el corazón en un puño y el caminar  emocionado.
      .-vamos boba, que me vas a hacer llorar
.-pero si ya está llorando
     .-pues eso, que llames de una vez
        Se puso a marcar el número, pero ni cerró la puerta. No había nada que ocultar de aquella conversación.
            .- ¿dígame?
.-hola Claudia
           .-Ángy ¿eres tú?
.-pues claro
       Al otro lado, un chillido con tal alegría que hizo que Angélica se retirase el auricular del oído.
.-te llamo para que les digas a todas que estoy bien
      .-pero ¿dónde estás? ¿Cuándo bienes?
.-tranquila, cuidaros mucho yo estoy bien
      .-cuenta, ¿sales mucho?
.-he acabado hoy los exámenes y creo que he aprobado todas
     .- ¿y cuando vuelves? este verano, lo vamos a pasar genial
.-lo siento tengo que colgar, cuidaros
        Dejó el teléfono colgando por el cable.
       .- ¿Ángy, Ángy?
        Sor Beatriz en silencio colgó mientras ella subía a toda prisa las escaleras hasta llegar a su cama, sobre la que se tiró boca abajo para exteriorizar su desconsuelo.
     .-perdóname mi niña, he sido una tonta, yo no pretendía hacerte sufrir
.-no hermana, lloro de alegría, de haber vuelto a oír su voz, de saber que están bien
      .-yo esperaba hacerte feliz
.- ¿feliz? hacía mucho tiempo que no me sentía tan feliz. Es el mejor regalo que nunca me habían hecho.
        Se unieron en un abrazo y se echaron juntas. Con los ojos cerrados, quedaron dormidas una junto a la otra.
      Cuando quisieron despertar, ya casi era la hora de cenar. Se lavaron la cara y bajaron.
     Al pasar por recepción, como siempre la puerta estaba abierta de par en par.  En el exterior, la gente pasaba por la acera de un lado al otro.  Las dos se miraron fijamente. Pensaban lo mismo: Esta es nuestra oportunidad para irnos a recorrer mundo y no regresar jamás. Ahora o nunca.
      Ante la admiración de Sor Beatriz. Angélica la cogió de la mano como si fuese realmente su hermana, apretando y con un pequeño tirón:
 .-vamos a cenar, será lo mejor
     .-una nueva vida nos espera
.-el mundo, no se acaba hoy, puede esperar
    No se dirigieron una palabra más, hasta después de llevar un rato acostadas.
       .-Angélica, ¿duermes?
.-no tengo sueño
     .- ¿te apetece venir un ratito con migo a la ventana del pasillo?
.-así me cuenta, lo que hace ahí por las noches
      .-nada en particular. Miro la ciudad
      Estuvieron hablando sobre las calamidades de una y la vocación de la otra hasta que la luz natural del alba empezó a entrar por aquellos cristales.

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