miércoles, 27 de agosto de 2014

Interactiva cap. 3º


Interactiva cap. 3º

            Olga, llegó a la puerta de la casa de sus padres, (bueno en realidad de su abuela) hizo sonar el timbre tres veces, era su manía;    enseguida abrió la puerta su padre, con una mezcla de expresiones en su rostro:
Contrariado por lo sucedido el día anterior, preocupado por donde habría pasado la noche y alegría de volverla a ver sana y salva.
       .-hija, ¿tú sabes el disgusto que me has dado?  (Él se refería al no saber nada de ella en toda la noche)
.-lo siento padre pero......
     La abuela y la madre, salieron a recibirla como fieras.
           .- ¿dónde está el vestido?
.-aquí en la bolsa
           .-tráelo ahora mismo, no lo deshonres más
                 .-mejor será que te marches de esta casa y no vuelvas
    .-bueno a eso tendré también que decir algo yo
          .-mientras esta sea mi casa, la puerta está bien abierta para quien quiera marchar
.-déjalo padre, voy a por la ropa y ya nos veremos fuera de este nido de víboras
             .-aquí no hay nada tuyo
    .-perdona, pero esa ropa, sí la he pagado yo
.-cuando puedas la metes en una maleta y la llevas a la calle la liebre 6, no te pondrán ninguna pega para poder guardarla allí unos días, dile a Pipi (la dueña) que llevas las cosas de Olga.
        Volvió a casa de Pipi, todos los esquemas familiares se le habían roto, no entendía a ninguno de los tres, era como si en una sola noche, se hubiese intercambiado el carácter de los tres.      Iba pensando en la bronca de su padre, el apoyo de su abuela y esa neutralidad típica de su madre;  ahora ya solo tenía un barullo mental que no conseguía desenredar; lo allí ocurrido no tenía ni pies ni cabeza.
      .- ¿ya estás de vuelta?, ¿qué ha pasado?
.-te lo cuento y no te lo crees.    Espero que esta tarde o mañana, venga mi padre a traer mis cosas, claro si no te molesta que las tenga aquí unos días, mientras llamo a alguna amiga y encuentro un sitio donde guardarlas
      .- ¿como que alguna amiga?, ¿y yo que soy?
.-perdona, pero ahora mismo no lo sé
     .-bueno maja, pues a partir de ahora, considera esta tu casa, me vendrá bien la compañía y una aportación económica para compartir gastos
.-entonces ya me puedo ir, no tengo trabajo.    Como no venda la ropa de marca en algún mercadillo de segunda mano
     .-tampoco va a pasar nada por un mes o dos
.-que no, que no quiero abusar
     .- ¿si el destino hizo que nos conociéramos?, ¿sería por algo?
.- ¿tal vez tengas razón?, pero no te puedo responder hasta que mi padre, traiga mis cosas y hable con él
    .-por lo pronto hoy cenas y duermes aquí y mañana dios dirá.      Vamos a ponerle sabanas a la cama de tu habitación ya verás que chula
.-que chulada
      .- ¿te gusta?
.-me encanta
      .-es que mi hermana pequeña, estuvo viviendo aquí con nosotros un año, mientras terminaba la carrera y la dejé tal y como ella la había decorado
.-jolín, es que no le falta un detalle
     .-ves, el destino es sabio y sabía que te iba a gustar
         Hacía mucho tiempo que Pipi, no pasaba una tarde tan genial en su casa, aquella persona le había caído del cielo y pondría todo de su parte para conservarla como amiga a su lado.
           Eso había que celebrarlo y que mejor manera que hacerlo cenando en casa.   Por fin una noche, con otra persona compartiendo la mesa, luego un rato de charla viendo una peli y a dormir a pierna suelta. Todo un lujo para su rutinaria vida y un motivo perfecto para no salir a aburrirse y emborracharse por no tener otra cosa que hacer de mayor interés.
           Pipi, se levantaría como siempre a los ocho para arreglarse e ir a trabajar como dependienta en aquella tienda de artículos de diseño;  Olga invertiría el tiempo de la mañana, en darle una limpieza a fondo a la casa, (una cosa nueva que aprender a su edad) y tener la comida hecha para cuando volviese, (rebuscaría por la nevera a ver qué inventaba).
      Pipi, no se lo podía creer, los almohadones del sofá colocados, las camas hechas y todo olía a limpio.   Aquel revuelto de fiambre, queso y huevos, tenía una fachada asquerosa, pero un exquisito sabor;  o tal vez,  el comer acompañada engañaba sus papilas gustativas.
      No habían terminado de recoger la cocina, cuando sonó el timbre tres veces.
.-este fijo que es mi padre
     .-espera que ya le abro yo
           .-perdone que le moleste ¿Pipi?
    .-si, ¿que desea?
          .-traigo las cosas de Olga, me dijo que las dejase aquí.   Usted por casualidad, ¿no sabrá dónde la puedo encontrar?
    .-pase, está en la cocina, siéntase como en la  casa de su hija, aquí siempre será bienvenido
        .-gracias
.-hola, papi.  Ya ves la primera vez que me ves fregando los cacharros
     .-tiene una hija maravillosa, mientras esté aquí, no tiene de que preocuparse
.-de eso tenía yo que hablar con tigo: podrías hasta que encuentre trabajo adelantarme quinientos euros para los gastos de la casa
         .-parece que te ha hecho la boca un fraile, vengo a verte y ya estás pidiendo
.-bueno, ya me las apañaré
        .-Estás tonta, pues claro que te doy el dinero
   .-no hace falta, esta niña es tonta
.- ¿me has traído el móvil? tendré que llamar a la gente y a las amigas
        .- ¿a qué gente, a qué amigas?, ¿a las que te llevan despellejando desde antes de ayer?
.-tampoco será para tanto
         .-te dejo el móvil, luego borras todos los contactos y esperas a ver quién te llama preocupándose por ti
.-tienes razón, tendré que acostumbrarme a mi nueva vida
       .-aquí te dejo este par bártulos, que parecía que no tenias nada maja y mañana si puedo te traigo otro viaje
.-pues te espero y tomamos un café, pero déjame algo para hacer la compra al menos
         .-eres la tía saca.   Y tú, por favor cuídala
     .-ni ella es tan niña como usted se cree, ni yo tan madura como se piensa
.-vamos, que esta tiene que entrar a trabajar
      .-si os apetece, hay café en el armario de arriba y la cafetera en dónde las cazuelas
           .-gracias, pero mejor mañana, que hoy tengo que hacer unas cosas
.-pues quedamos así, mañana tomamos café los tres.   ¿No se te olvida nada?
         .-toma, no llevo más encima
     .-pero además, si tengo yo el dinero que te guardé la  otra noche
             Todos los días, Olga, una vez hechas las camas y darle un repaso al polvo, salía a presentar su currículum estudiantil (ya que experiencia laboral no tenía) en todo comercio por el que pasaba. Luego al  volver, preparaba la comida y después tomaban un café y chalaban con su padre un ratito.
        Pasados diez días:
     .-oiga, con usted, me parece que tengo que hablar yo muy seriamente
.- ¿qué pasa ahora?
     .-pues que ayer por la tarde, han aparecido encima de la mesa del comedor tres billetes de cien euros, así por arte de magia
          .-es una aportación a los gastos de la casa
     .-pero no se da cuenta que la independencia de Olga, empieza por buscarse la vida
         .-y yo se que está buscando trabajo, pero mientras tanto, habrá que echar una mano
    .-no le voy a negar que nos viene de perlas
.-pues por eso lo hace, porque sabe que andamos a dos velas y nos quiere dar un empujoncillo
     .-pero en cuanto trabaje Olga este dinero se le da; lo consideramos un adelanto
          .-como tú digas, si así te quedas más agusto, pero sabes que no os lo voy a coger
      .-estos padres, o se pasan de estrictos o de tiernos y permisivos, no encuentran un término medio
          .-como se nota que no tienes hijos
      Antes de finalizar el mes, sonaba por primera vez el teléfono de Olga.  Ella, que estaba en el cuarto de baño y no lo escuchó, cuando llegó al salón, se encontró con una llamada perdida;  el número de la pantalla parecía conocerlo, pero no estaba segura.   Así que pensó: ¡va!; Ya llamaré más tarde.

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