lunes, 17 de noviembre de 2014

Ceguera

Ceguera

      Tan enamorada estaba
Una mujer con arrojo,
Que no le importaba nada
Tan solo se consolaba,
No queriendo abrir los ojos.

    Su marido la engañaba
Sin importarle su amor,
Usando su propia cama
Llevando allí aquella dama,
Para causarle dolor.

    Aquella con quien gozaba
Demostrándole su hombría,
Y el corazón desgarraba
A la que con él soñaba,
Y a la que por él moría.

    Erguida, siempre arrogante
A una joven saludaba,
Sabiendo que aquella amante
Era quien tenía delante,
Sin sentirse despechada.

Con el pasar de los años
La pareja envejeció,
Pero ella nunca vio
La prueba de los engaños.





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