De madrugada acompañas
Al Cristo en su
soledad,
Un portal
junto a la iglesia,
Guardián tu
identidad.
Capuz negro de
patíbulo
Por una resurrección
Ojales pequeños, ojos,
Cargados de devoción.
Entre tus
manos desnudas
Tres clavos hechos
en forja
Con los que a Jesús
clavaron
Para en la
cruz darle forma.
Morada túnica,
desteñida
Cubre un
cuerpo envejecido,
Sobre su
hombro, contra el cuello
Descansa un
madero hundido
Con su puntal
arrastrando
Por el tiempo
carcomido.
Grilletes en
los tobillos,
Unida, gruesa
cadena
Campanilleando
el sonido
Que musicaliza
el paso
Contra guijarros de rio
Tus pies
descalzos, sangrantes,
Al frio van desafiando
Y a la virgen
dolorosa
Hacia el
calvario guiando.
Sentada en las
escaleras
Solloza su
sufrimiento,
De nuevo en
aquel portal
Acabado el
recorrido,
E implora al
señor del cielo
Poder al próximo
año
Cumplir con lo
prometido.
Se quita el
escapulario
Y después de darle un beso
Lo guarda
junto al capuz,
Es otra vez
doña……….
La que a veces pone
las flores
A la virgen de
la luz.
Imagen de la red
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