viernes, 17 de julio de 2015

Lagrimas


   Cada día en su balcón
un lazo rosa colgaba,
otro adhería su amor
al ojal de la solapa
muy cerca del corazón.

    Tantos días expectantes
temblando aquel resultado,
sin saber a que aferrarse
y al final fue confirmado.

    Tienes un tumor maligno
que está alojado en tu pecho.
¿por qué no decir su nombre
claramente y a degüello?
¿por qué la palabra cáncer
se oculta tras el pañuelo?

    Pañuelo de seda rosa
para cubrir la calvicie
que la terapia provoca,
de algodón, blanco pañuelo,
el que rellena el sostén
acompañando a la copa
que se ha quedado sin dueño.
  El seno que le han quitado,
el que sin estar aún grita,
llorando lágrimas negras
por los ojos de su herida.

    Para pedir a la virgen,
descalzos pies por caminos
de piedras embravecidas
entre tomillo y enebro,
que el lazo de color rosa
nunca llegue a convertirse
en un  lacio crespón negro.

    Aunque han pasado los años
y sus sienes ya están canas,
sigue yendo a aquella ermita
a rezar cada mañana.
   Lazo rosa en la solapa
del brazo lleva a su amada,
la otra mano en el bolsillo
apretando aquel pañuelo
que se enjugo de su alma,
y sigue secando llantos
ahora de lágrimas blancas.

  Imagen de la red


2 comentarios:

  1. Wowww. Impresionante y sublime, poeta.

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  2. Me encanta, hermoso poema Carlos para reflejar el transcurrir de una guerra sin tregua.

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