lunes, 7 de septiembre de 2015

Tiempos deseados



           Universo de sueños en cielo raso cubierto de estrellas.
      Lucecillas brillantes, palabras de amor, formando tenues poemas de desolación en la lejanía.

       Un ramillete de flores ya secas, resguardadas en un rincón para que ningún pequeño céfiro mal intencionado  pueda hacer caer sus pétalos al abismo de la apatía.

          Una almohada abrazada cada noche, empapada por fluidos salinos que brotan de dilatadas pupilas en la oscuridad intentando lavar las cosas turbias del pasado.

         Besos soplados empujados al aire desde una palma abierta y tendida.
   Carta sin matasellos, postal de suaves colores sabiendo que jamás llegaran a su destino.

           Burbuja donde solo tiene cabida el amor, enemiga del olvido o la indiferencia. 
      Un espacio en el que al odio no se le permite entrar.  
    Estómago saciado de hambre y sed, necesidad de pan y agua que solo rasga los visillos de sus ventanas para prorrumpir palabras de esperanza al viento.

      Con los naipes repartidos… El final de una partida al mús.
    Envido a grande, paso a chica y órdago a pares con dos pitos;  un farol a la desesperada, a juego ya no puedes optar y el último amarraco está a punto de expirar con las tres de treinta y una.

             Sueños Incorruptibles con el paso del tiempo. Solo el olvido puede destruirlos.   Ni tan si quiera la muerte con la extinción de la materia puede turbar deseos tan poetizados que siguen al compás de un  viejo vals bailando entre las hojas muertas del otoño.

           Desamor,  rescoldos con el corazón de fuego  bajo ese manto de ceniza liso y gris que nadie externo se atreve a remover.




C.A.R.L.

1 comentario:

  1. Y se volvieron universo aquellos amores y se alojaron en uno, para siempre. Es preciosísimo, C.A.R.L

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