lunes, 5 de octubre de 2015

Taitantos




       Crujen los cielos al ver
que alcanzas el horizonte
y no has vuelto ni la cara,
que te vas y no te importa
ni el recordar mi mirada.

      Olvidarás las estrellas
de aquel, el primer encuentro,
cuando cortamos las flores
que guardaban nuestros cuerpos.

     Te he dado toda mi vida,
por ti he vendido el alma,
 y ahora, porque estoy viejito,
me das la espalda y te marchas.

   Entonces, no te importaba
 la diferencia de edad,
hoy te miro fijamente,
yo.., Yo no te podré olvidar.



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