sábado, 21 de noviembre de 2015

El último aliento



    Postrado en aquella cama
sin acompañante alguno,
aburre horas y días
y se hace eterno un segundo.

    En cordel negro azulado
bajo túnica morada
con capucha engalanada
se aproxima hasta su lado.

.---Vengo a buscarte si quieres,
no tengo prisa ninguna,
ni ganas de trabajar,
ni pretendo tu fortuna,

…- ¿Y dónde está el ángel blanco
o el demonio colorado?
esos que dicen intentan
arrastrarme hacia su lado.

.---Nunca creíste en milongas,
¿para qué van a venir?
de ellos ninguno te quiere
buena gana de reñir.

…-En ti tampoco creí,
y ya ves, te has presentado,
al menos a saludarme
para estrecharme la mano.

.--- Yo tarde o temprano llego,
soy amigo inexcusable,
ten seguro que esta vida
tiene un fin irremediable.
Echemos un cigarrillo
mientras piensas lo que hacer,
te quedan cuatro suspiros
¿y me vas hacer volver?

…-Esto es un aburrimiento,
pero después de marchar,
¿qué ocupación hallaré
a que podre dedicar,
el tiempo que mi conciencia
tenga a bien el aguantar?

.---Desde el sitio que tu elijas
podrás el mundo observar,
seguirás haciendo versos
sobre las aguas del mar,
componiendo melodías
con los sonidos del viento,
y engalanaras con flores
el negro del firmamento.

…- ¿Y quién leerá poemas
sin tinta sobre el papel?
¿quién escuchará mis notas
con aroma de laurel?
¿quién llorará mi tristeza?
¿quién gozará mi alegría?
¿quién esperará sentado
el alba del nuevo día?

.---Nadie tal vez, tal vez nada,
o quizás los que se fueron
sin creer en la otra vida,
estarán allí esperando
a las olas en la orilla,
para leer tus poemas
para escuchar el murmullo
encantador de la brisa.
Para soñar tus anhelos
y devolverlos al mar,
en lágrimas y sonrisas
para que tú las recojas
y vuelvas a recitar,

…- Pues vas a tener razón
¿qué diantres hago yo aquí?
mejor, me marcho contigo,
he de pedirte un favor.
Despedirme del amigo
que aquí he de dejar postrado,
el soportador de vicios
que al final lo han enfermado.

.---- Despídete que nos vamos,
la buena nueva te aguarda
para que desde un balcón,
repartas bellas guirnaldas
en ese mundo de muertos
donde falta un trovador,
de entre todos, por azar
a ti, te he elegido yo.

…-Es la hora de partir,
 llegó ya la despedida
compañero en el pasado,
agradezco tu paciencia
todo este tiempo a mi lado.
Espero no echar de menos
tu constante compañía,
me acostumbrare a volar
sin poner los pies en tierra
sin volver la vista atrás
sin contemplar tu agonía.
Que te sea leve amigo,
mejor que no sientas nada
mejor… que no esté contigo.

Imagen de la red








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