jueves, 31 de diciembre de 2015

Doce campanadas

     Amig@s que en este sitio
descansáis, dando un paseo,
sabed que solo en vos pienso
que solo escribo por vos,
sabed que mi voz es vuestra
que solo emito la voz
del que por miedo no habla
del que le sobra el valor
del que no quiere expresarse
y prefiere que hable yo.

    Sólo soy un comediante
que se sube al escenario,
para recitar vivencias
que me contáis a diario.

    En muchos de mis escritos
os podréis ver reflejados,
las palabras son espejos
donde veréis vuestra esencia,
el interior de uno mismo
sin trajes almidonados.

    Alguien piensa…  pobre tonto,
y en parte…  tiene razón.
  Pobre pues no tengo nada
lo de tonto…   es discutible.
  Permito me llaméis loco
pues locura no es agravio,
más bien considero alago
que me incluyáis en un grupo,
de personas que a este mundo
prosperidad han brindado.

     Hago de mi capa un sayo,
vuelvo mendigo al pudiente
y reyes a los vasallos,
mirando a dios, veo la luna,
en la guerra, los infiernos,
naturaleza = futuro,
y corazón = sentimiento.

    Amig@s, que el año nuevo,
nos traiga…  No sé bien qué.
  Que el regalo que nos deje
venga con ticket de compra
hay cositas que este año
no he podido devolver.

    Feliz y prospero año 2016.

           En especial, a esos poquitos pero fieles lectores que siguen mis reflexiones irónicas. (O no)

1 comentario:

  1. Ayyy madre que chuladaaaa!! Gran receptor y transmisor de vivencias. El Nuevo Año se engalana con tus letras, amigo mío. Gracias.

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