sábado, 9 de enero de 2016

CONCA



    Entre hoces escarpadas
se aposentan los cimientos
donde se alza la ciudad
dueña de mi pensamiento

     Antaño, llamase Conca,
Lobetum, anteriormente,
ayer la pensé mi tierra
 hoy añoranza y recuerdos
que se escapan de mi mente.


   ¿¿Cuándo estaré entre tus brazos
para  volver a ser yo tuyo,
¿¿cuándo verte desde el cerro,
¿¿cuándo, respirar tus pinos,
¿¿cuándo beber de tus aguas
Y caminar tus caminos.

    Calles en piedra esculpidas,
rascacielos de colores
que florecen con el alba,
por muy lejos que me encuentre
Cuenca…   Te llevo en el alma.

Imagen cedida y firmada por Carlos Morcillo.
Iba a ponerle el texto encima, pero pensé....
cosa poco habitual en mi.







2 comentarios:

  1. Es curioso. Mis vinculaciones las siento cada vez menos profundas. Sigo guardando mis orígenes, pero cada vez me siento más "de fuera". De hecho, mi Cuenca se va desdibujando, ha ido desapareciendo. Parece la misma, pero cada vez se parece menos. ¿Tú recuerdas las dos sabinas que había en la plaza de San Nicolás? ¿o el pino sobre la torre del jardín de los poetas? ¿o la fábrica de cemento que había donde hoy está el auditorio? ¿o los olmos frente a la casa de la abuela y la Patricia? ¿o las vidrieras de la catedral? ¿y qué decir de las personas que ya no están? En fin. Buenas noches.

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    1. Hace tanto tiempo que partimos de allí, que nuestra Conca, solo existe en nuestro recuerdo.
      pero hay algo que aún me sigue llamando...
      tal vez la imposibilidad de volver.

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