miércoles, 10 de febrero de 2016

Demencia




      Siente aproxima la noche,
 oye sigilosos pasos, lentos,
 escalera que peldaños
 sube inexorablemente.
   Enmudece el horizonte
 y del cielo las pestañas
 ciernen sobre las montañas
 como persiana indolente.

     Dichosos, esos que aún,
 sueñan sus amaneceres
 esos, que tienen la luz
 aún alojada en su mente,
 los que saben ser queridos
 cuando el abrazo está ausente.

     Manos viejas, pelo cano,
 con la mirada marchita,
 intenta hallar las palabras
 de un verso que no está escrito,
 quiere llamar a su madre,
 pedirle, venga a su lado
 y nadie escucha su grito.

     Tiene su bello pasado
 en un papel desgastado,
 recuerdos que se fragmentan
 por los dobleces truncados,
 tiempo que se marchitó
 en un bolsillo guardado.

      Rostros de grata sonrisa,
 beso dulce en la mejilla,
 lapsos mudos cada día
 manos de bellas caricias,
 y luego otra vez la noche,
 la noche, que no termina.

Imagen de la red













4 comentarios:

  1. La ternura hecha poema ! Hermosisimo poeta..Enhorabuena!

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  2. Toca las fibras y lleva a reflexiones, de esas que hacen llorar. Felicidades, poeta.

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    Respuestas
    1. Mi objetivo, solo capta lo que ve.
      Luego... escribe lo que siente.

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