jueves, 24 de marzo de 2016

Abismo




     El silencio de unas manos
que no saben dar respuestas,
incertidumbre corroída
llena de desasosiego,
en los poros de su piel
los ojos se vuelven ciegos.

      Vacías, temblorosas,
palmas desoladas, apáticas,
dedos fuertes e impotentes
portando anillo dorado,
alianza de compromiso
que le impide dar el paso.

     El hambre en silencio grita,
el miedo salta al abismo,
una innata soledad
galopa hacia las tinieblas,
no hay quien sujete al corcel
que le han quitado las riendas.

      Echa de menos la luz
donde ver una esperanza,
después de tanto luchado
solo le queda esperar,
a que llamen a la puerta
pues lo vienen a buscar.



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