Como linda mariposa
posaste sobre
mis labios
tus pestañas
azul cielo,
y el polvillo de
tus alas
cual maquillaje
quedó
en el rostro del
anhelo.
Lagrimas secas quedaron
enjugando las
mejillas
que rosadas
esperaban
tu vuelta al
atardecer,
y cuando asomó
la luna
vi reflejada en
sus aguas
a un clavel en
el olvido
que nunca ha de
florecer.
Mis besos acartonados
apoyados en la
almohada,
susurran la
letanía
tantas veces
pronunciada,
sueñan aquellos
momentos
mis pestañas
empapadas,
pensando donde
quedaron
las noches en
que me amabas.
Clareando el horizonte
amanece un nuevo
día,
mi corazón está
roto
pero mi alma
sigue viva,
las pupilas de
mis ojos
restablecen su
armonía,
mi cuerpo frente
al espejo
tras el rostro la
ironía.
Imagen de la red
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