lunes, 12 de septiembre de 2016

Amor eterno



Cuando tu madre decía
que le hicieras caso a la margarita.
Cuando de joven pensabas
que la providencia estaba escrita.
Apartabas la mirada
cuando te cruzabas al volver la esquina,
con aquel muchacho
que para tu gente era alma maldita.

Buscabas pretextos
que disimulasen lo que tú sentías.
Soñabas en blanco
lo que por las calles en grises vivías.
Cerrabas los ojos,
callabas tus labios pues no te atrevías.
Sudaban tus manos, 
y lloraba el alma cuando lo veías.

Hoy lloras su ausencia
echando de menos la oportunidad,
que te dio la vida
de abrir esas alas y echar a volar.
Rompiendo las nubes
impregnando el cuerpo de felicidad,
sintiéndote libre
y quedaste atada a la mediocridad.

Ya no queda nada,
dejó de rodar la noria.
Jamás llegaste a estrenar
aquel vestido de novia.

Sus entrañas están secas
y el cuerpo sin estrenar,
la mente se va perdiendo
y se empeña en recordar,
para abrazarse al pasado
pues nunca futuro habrá.

Metida en caja de pino
junto a corona de flores
se ve desde las alturas.

A su lado un buen señor
que ha venido a despedir
a quien le volvía la cara,
nunca acarició su piel
y siempre… será su amada.


Imagen de la red

1 comentario:

  1. Que sensibilidad tan grande en una historia de tantas que surgen en la vida y la hacen única y enigmática.
    Ahora haz otra tan bonita como esta y con final feliz. Cada una es distinta y eso le da vida a cada una. Gracias

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