lunes, 13 de febrero de 2017

Implorando



Callejas de tu ciudad
por donde pasea la virgen
con manto en oro bordado,
bajo palio y entra velas
con su rostro desolado.

Sin identidad se arrastran
los pies de los nazarenos
que a las alturas la elevan.
Engalanados balcones
que a su paso reverencian,
fachadas que en un abrazo
se funden cuando se acerca.

Penitente que detrás
desliza gruesas cadenas,
mejillas bajo un capuz
enjugadas por la pena.
Alza la mirada al cielo
para elevar la plegaria
en la que pide perdón,
y acoge tu desconsuelo
dentro de su corazón.

Incomprendidas mujeres
Madres por naturaleza,
que ven la vida de un hijo
que en pocas horas se aleja.




Regalo para mi amiga:
              Anabel Gil calleja (cuenca)

 









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