lunes, 31 de julio de 2017

Cuanto tiempo "40"



         Se acercaba el día del cumpleaños de Susana y unos días más tarde de este,  el cumplimiento de los tres meses acordados.  
      La vida seguía su curso, ni cuenta de que se aproximaba ese momento.         D. Fernando los mandó llamar, quería hacerles un encargo muy especial, por lo que Ricardo los recogió para llevarlos a comer a su casa.
      -entraron por la puerta de servicio-
.- ¿no están sus hijas?
           .- no, hoy comen en casa de una amiga
      .- a sí, algo de eso hablaban el sábado pasado con Paula
.- esa sí que está como una cabra
      .- pero es maja
                 .- vamos dejaros de rollos
         .- como sabéis, mi hija está empeñada en que unos peludos actúen en su fiesta y también sabréis que dos días después acaba la palabra dada. Quiero que la fiesta la organicéis vosotros.
.- ¿y sabremos hacerlo?
         .- tenéis una semana por delante, también Ricardo os echará una mano.   Por la mañana, mi esposa y yo nos iremos de viaje y cuando volvamos, quiero ver la casa y el jardín,  tal y como la dejamos al partir
    .- vaya marrón
             .- ¿y por qué yo?
        .-  los tres y no hay más que hablar, ahora vamos a comer ya lo he hablado con mi esposa y  está esperando en el salón.
   -lo que no entendían era al porqué de aquella comida-
        La esposa quería saber en qué manos dejaba su casa. Ya los conocía, pero no lo demasiado para irse tranquila.
      Empezó a hablar del viaje que iban a realizar.  Hacía años que lo tenían programado, pero por unas cosas y por otras, siempre se había pospuesto para otra ocasión.  
       Una semana recorriendo el litoral gallego, con una parada especial en Finisterre para llorarle al mar y de vuelta visitar Santiago para rezar al apóstol.

             Para Susana todo tenía que ser una sorpresa, la madre junto con Judit, organizarían la fiesta como cada año lo hacían, contratando el bufé y actividades para la tarde en la piscina del hotel.      Cuando volviesen a casa todo debía estar preparado para la gran noche.
            D. Fernando hablaría con un par de padres, para que al recoger a los amigos en el hotel, los llevase hasta su casa, sabiendo que esa noche dormirían allí.
        Ricardo las recogería a ellas y algún imprevisto les haría llegar un poco más tarde, así todo estaría a punto para la gran fiesta.
             Susana y Judit, no podían creer que sus “nuevos” amigos, no fueran al cumpleaños.    Todo por un viaje de trabajo.  Que fastidio, ellos no podían aplazar la cita para otro día.

         A las doce de la mañana, los padres salían de viaje dejando en casa a dos malhumoradas hijas, que veían como aquel día que debía de ser tan especial, se había ido torciendo para acabar en un día más.
- Después de comer, Ricardo las recogía para llevarlas –
          .- vaya mierda de cumpleaños
               .- pero si tenéis fiesta en el hotel
         .- de todo lo que he pedido, nada y todo por culpa de mi madre. Tengo unas ganas de irme de casa
             .- no digas eso, no tienes razón
                 .- yo no digo nada, también se podían haber ido de viaje mañana
       .- por lo menos eso
       Al dejarlas allí, Ricardo se sentía mal, las crías tenían razón, pero él que podía hacer.
 Cuando volvió a casa los camiones ya estaban esperando para descargar y comenzar a montar todo:   el escenario, el equipo de sonido y luces.  
A un lado una barra donde saciar la sed a base de todo tipo de granizados combinados y al fondo una gran tienda de campaña con el suelo cubierto de colchonetas para todos juntos acabar la noche.
      Weza, Samuel, los camareros y los componentes del grupo, una vez relazadas las pruebas y quedar todo dispuesto, cenaban juntos en un restaurante cercano.
      A la hora acordada, los padres de los chicos y Ricardo esperaban en la puerta del hotel para recogerlos.
     Inesperadamente allí se presentaron D. Fernando y su esposa, habían cambiado el billete de avión para la mañana siguiente.   En la sala donde se celebraba el cumpleaños, la música paró de golpe. El matrimonio entró y juntos dieron un gran grito.
 .- FELIZ CUMPLEAÑOS
          -Susana corrió a abrazarlos –
      .- estáis aquí, este es el mejor regalo, gracias
 .- ahora vamos a la cafetería y nos tomamos algo los cuatro juntos, que ya eres mayor de edad
      .- ¿con alcohol?
.- no te confundas
        -Así harían tiempo para que al llegar, estuviesen preparados para recibirla-
              Todo oscuro, en silencio.     Al encender la luz, allí sentados estaban Black & White, como ellas los llamaban cariñosamente.  
      .- ¿pero qué hacéis aquí?
          .- ay papá que alegría
.-pero no llores
                     -ellos se levantaros para abrazarla-
          .- tontos que sois tontos, dejarme en paz
              Ricardo corrió las cortinas de los ventanales que daban al jardín, los focos se encendieron lanzando sus haces de luz hacia el cielo ante un gesto de incredulidad y antes de que esos haces se concentrasen en el escenario unos acordes de guitarra comenzaron a sonar.
               Lo chillidos de aquella loca eran insoportables, corrió al jardín, se movía por el césped sin sentido como un muñeco al que le acaban de dar cuerda.  De repente quedó sentada en el centro, mirando embobada hacia el escenario.

                   Una hora de actuación y el vecindario pudo descansar en paz. Los jóvenes, todos metidos en la tienda fueron aguantando el sueño, hasta que como luciérnagas el cansancio, uno a uno los fue apagando.
      Mañana de descanso para todos, nadie iría a  recoger nada hasta la tarde.
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        A la vuelta del viaje por tierras Gallegas, el contrato de tres meses había expirado.    D. Fernando los volvió a llamar y de nuevo se encontraron sentados a la misma mesa las cinco personas de la vez anterior, pero esta vez con un motivo muy diferente.
      







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