lunes, 26 de febrero de 2018

Mundo Cruel

Micro-relato



    En aquel lugar, ya no quedaba nada de interés. 
      En un rincón una banqueta, sobre ella a dos metros de altura,  un lazo con nudo corredizo esculpido en una soga, cuyo extremo final estaba bien atado a la biga del techo.
Tan solo se oyó un portazo y una voz:

   .- Adiós mundo cruel.


                  El hombre se fue caminando lentamente bajo los rayos del sol de media mañana,  hacia otros nuevos mundos que lo esperaban.



C.a.r.l. 

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