jueves, 14 de junio de 2018

No molestar



Pensada de miércoles.

    Paseando por el camino serpenteante que llega hasta la cima del cerro, se podía sentir en cada inspiración el aroma a tomillo que me trasladaba a los años de infancia hoy tan lejanos, pero siempre presentes en la añoranza del recuerdo.
                En un zopetero donde el sol caía de plano, unas aliagas en flor llamaban mi atención.  Paré de caminar y me agache junto a ellas a observarlas de cerca e intentar escuchar el sonido del canto de sus espinas.
         Un minúsculo crujir de hojas secas, llevó mi mirada hasta el suelo.  Allí un gran lagarto verdoso permanecía expectante con su cuerpo aplanado y la cabeza erguida.
           No sin algo de temor, acerque mi mano pensando que saldría corriendo, pero con la precaución debida, no fuera a ser que sus dientes hicieran presa en mis dedos.  Ni se inmutó. La duda de si acercar más la mano o no me llevó unos segundos.  – Mejor lo dejo en paz-   pero seguí allí en cuclillas observándolo.
  Pasados unos minutos de pronto volvió su cabeza  hacia mí y me miró amenazante.  Entonces sorprendido pude oír su voz:
.- ¿no has visto ya todo lo que tenias que ver? Pues levanta y marcha de una puñetera vez,  que me estás espantando las moscas.

Vamos…    Observa, analiza y aprende, Pero no molestes.





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