domingo, 8 de julio de 2018

Love




   La flor y la abeja coqueteaban en libertad. Amarillos, verdes, rojos y negros, se fundían en caricias.
      El aleteo inesperado hacía palpitar la pasión de los estambres derrochando la suavidad del deseo.
     Un colibrí merodeaba por los alrededores luciendo su esplendor pretendiendo imponer su belleza.
    Los pétalos de aquella bella flor se plegaron de pronto encerrando en su interior a la abeja.  Esta, muy asustada intentó escapar, pero el susurro del amor paseó por sus alas y abdomen musitando….
… yo, solo seré tuya.

Ojos de gata





3 comentarios:

  1. Jejeje, muy original y fresco, Carlos.

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    1. De vez en cuando, de cuando en vez. hay que abrazar las cosas bellas.

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  2. Una pasión inusitada, íntima, entre la flor y la abeja. Muy linda fantasía poética. Me gustó. Gracias Carlos...un beso amigo. America Santiago.

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