Entre sabanas de seda
me impregnaste de tu
olor.
La oscuridad de la
noche
en sueños me
conquistó.
Lagrimas desesperadas
regaron mi corazón.
Cada vez que me haces
daño
vienes pidiendo
perdón.
Vuelvo a caer en tus
redes
cegado por la
ilusión,
De un mañana
diferente
a tu lado sin rencor.
Y el pozo se hace más
hondo.
La profundidad oscura.
La oscuridad
placentera.
La soledad compañía.
La muerte el mayor
deseo.
Y el vivir una
quimera.
La ventana se durmió.
El amanecer no llega.
El perfume de tu alma
un hedor que
desespera.
Ya te demostré mi
amor.
Te ofrecí la vida
entera.
Sin fuerzas ahora
suplico
que se rompa esta
cadena.
Quiero quemar la
rutina
en las llamas de una
hoguera.
Y de nuevo ver la luz.
Seguir subiendo
peldaños
sin pensar en la
escalera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario