Colgadas están las casas.
Las
riscas están colgadas.
Colgado
el puente San Pablo
vigilando la ladera
al llegar la madrugada.
Un cementerio colgado
en
honor a San Isidro.
Colgados ojos de mora
al
otro lado del río.
Nubes que quedan colgadas
en
los sueños del artista
que
nuestros cielos admira,
mientras
se descuelgan gotas
que
van empapando el suelo
donde
se reflejan musas
que
con melodías brillan.
Colgado por las paredes
el arte del alfarero.
Tapices viejos colgados,
a pocos metros de abstractos
colgados en un museo.
Colgados los poemarios
que duermen en los hocinos.
Colgadas, mentes colgadas,
esperando su camino.
Encantadora la plaza
con portones encantados
de entrada a la catedral.
Rincones escondidos,
encantados
recovecos
donde
el amor reverbera.
Descanso encantado y dulce
en el sillón del obispo
camino hacia las alturas,
con aroma de tonillo
floreciendo en primavera.
Encanto en
las formas Kársticas
que habitan en la encantada,
ciudad
de formas de piedra,
naturaleza soñada.
Zarajos y Morteruelo
encantadoras
pasiones.
Encantadas
Las Torrijas
que embrujan al visitante.
Semana Santa encantada
en el crujir de la horquilla.
Las
pisadas que se encantan
en cada paso que das,
adoquines
y guijarros
silenciosos en la noche
encantados
por la luna,
silencio
que hace llorar.
Loko el aullido del loko
que contra corriente grita
recorriendo
la hoz del Huecar
para
que retumbe en él,
sabiendo
que es imposible
que su sonido conmueva
los Molinos de papel.
Las aguas del Júcar lokas,
pausando su recorrido
al pasar por San Antón.
Virgen de la luz que espera,
para bendecir sus aguas
desde el hueco del rincón.
Lokas palabras engendran
en el alma de un poema.
El barro loko de arcilla
en el horno está cociendo.
Hierro que en el yunque gime
al
paso de nuestra madre.
Antes pasaron las turbas,
borrachas de sentimiento.
Lokos los pinos del cerro
Rebosantes
de alegría
a
los pies del corazón,
rodeandose de amarillo
cuando florece la aliaga
y en ellos refleja el sol.
Lokuras que se encadenan
en
las noches de paseo.
De aquellos tiempos lokuras,
entre
mi mente y tu ser.
Recuerdos encantadores
colgados
de mis lokuras
que
quieren abrir los ojos,
deseando
volverte a ver.
Las canas que no perdonan
reflejan
en su soñar
la
niñez y la inocencia
que
en tus calles se perdió.
Quedó sentada en un cisne
su
encantadora loKura,
donde calmaba su sed
colgada
de la ilusión.
Carlos Torrijos
C.a.r.l
(España)
Siempre tu mano sabia, llevando letras qué bailan , al ordenador esperando convertirlas en poema. Me encantó, mi admirado ¡ Principe de las Tinieblas! Voy a empapelar las paredes del catillo, con tu piesía * Dulce Musa Inspiradora* Abrazos Guainy 💟💟
ResponderEliminarQuedará bonito.
EliminarPrecioso, es un placer leerte
EliminarInmenso, a Cuenca me he trasladado con esta lokura de letras. Felicidades
ResponderEliminarGracias paisana.
EliminarMaravilloso poema, Cuenca baila en la locura de tus versos, hermosos ríos, bellas peñas y una Virgen que llora de pena.
ResponderEliminarUn abrazo dulci.
EliminarSimplemente preciosa y mágica poesía....felicitaciones querido amigo.AS
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