Sauces alegres y verdes
manoseaban
el agua
que
discurre fresca y clara.
Dan color a la corriente
dejando
caer sus dedos
como lágrimas
fundidas.
Un amor incomprendido
que dibuja
en su reflejo
sensualidad
y caricias.
Los juncos desde la orilla
se burlan
de su pasión,
ocultando
la tristeza
del sabor a
desamor.
Peces suspiran de envidia
admirando
el lisonjeo
que ante
sus ojos brillaba.
Del baile en el movimiento
pausado,
pero con gracia
que el
viento le provocaba.
Con el pasar de los años
el arroyo,
quedó seco.
Los juncos amarillentos.
Los peces en una charca
esperan su
última hora.
El sauce se queda triste.
La luz se tornó en eclipse,
lacias y
mustias sus hojas.
Ante el final anunciado,
los árboles
también lloran.
Ojos de gata@2023.
Metáfora del medio rural,
sus gentes y su entorno.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarVale...
EliminarEs bellísimo este poema, los Sauces son uno de mis árboles preferidos
ResponderEliminar"Los árboles también Lloran y nadie lo nota, hasta que sus hojas empiezan a marchitarse y dejan de salir retoños. Lloran porque saben que morirán si no se les auxilia." Jvv
ResponderEliminarMe has traído una bella imagen en esta mañana de sábado. Gracias maese por endulzar hoy mi desayuno con agua clara y peces de colores.
ResponderEliminarVisceral !! así lo sentí tan hermoso y sensible como nostalgico. 🌿🍃✨💖
ResponderEliminarEs genial, como de costumbre me voy al lugar o a la situación leyendo tus exquisiteces.
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