Señores que sugerís y organizáis
movilizaciones reivindicativas en distintos sectores afectados por los recortes
que se están efectuando en las instituciones públicas y privadas en estos últimos años.
Lo que puedas hacer hoy no lo dejes para
mañana.
Dentro
de unos días, comienza el mundial de futbol, como en todo hay dos opciones. Si
se llega ganar (cosa realmente difícil) no seamos incautos, todo el país estará
sumido en la euforia. Si se pierde o no se llega ni siquiera a la final, todas
las cadenas, estarán llenas de coloquios con personas, que igual que cualquiera
de la calle, entienden de todo y corrigen posibles errores a toro pasado.
Esto quiere decir que hasta el comienzo
del otoño, no existirá en la sociedad ningún problema que pueda desplazar la sabiduría
futbolística que todos llevamos dentro.
Mira que hay entrenadores especializados por todos sitios y tienen que
ir a buscarlos al extranjero.
Sabed, que cuando acabe esta semana, no
habrá paro, ni problemas en la sanidad, nadie se preocupará de lo que pasará
con la educación el curso que viene, la gente se vestirá con una camiseta roja
y la chapita del pecho representando el: (stop desahucios), (podemos), (ecología
en acción), (por una sanidad pública), etc. Será sustituida por el escudo de la
selección, coronada por una estrella dorada, como vigentes campeones.
Desde hace muchísimos años, aquí siempre
se ha realizado el deporte denominado sofacin-spor.
Esto me lleva a recordar la utilización
del deporte políticamente para calmar a las masas, tal vez todo sea fruto de la
casualidad o imaginaciones mías.
Remontándome a los recuerdos que tengo de
finales de la década de los sesenta, allí en casa había una tele en blanco y
negro, solo existía una cadena que siempre a las doce (creo) después de la palabrería
de un joven sacerdote, se quedaba en lo que llamaban: (carta de ajuste).
Alguna vez que otra, cuando aquella sociedad
civil de clase obrera llevaba algún tiempo sin saber de lo que hablar, se
presuponía que los movimientos sindicalistas empezaban a entrar en sus
conversaciones; lo cual era un síntoma de intranquilidad para el régimen.
Sin previo aviso se organizaba una
velada de boxeo, que siempre se emitía a las dos de la mañana, con lo que la
gente a la mañana siguiente iba al trabajo casi sin dormir y alguna tarde que
otra, una corrida de toros para que los entendidos (todos) tuvieran un motivo
de que discutir.
Así que teniendo en cuenta los
antecedentes, haber si no nos dormimos en los laureles, no sea que al abrir los
ojos y despertar, no tengamos ya nada que arreglar y La marcha atrás de esta
situación que ahora está gris oscuro, se haya convertido en un irreversible
negro.
Esperemos que esta, nuestra historia la elaboremos nosotros, siendo así no importará
que la escriban otros.
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