La mochila con los libros
colocada junto
a la puerta.
En cada habitación, sobre la silla,
la ropa
limpia, recién planchada.
En la cocina, todo colocado.
Sobre la encimera:
La tostadora.
Los tazones.
El bote de cacao.
El azucarero.
Todo dispuesto, como si ella,
no fuera a
ser la primera
en poner el
pie en el suelo.
Todos duermen. Ella, aún no.
¿Y ahora?
El silencio la acompaña.
La oscuridad la abraza.
Y la soledad le susurra…
Dulces sueños,
misión cumplida.
Así es. Muy bien expuesto
ResponderEliminar