Con el verde me alié,
a todas horas
del día.
Para cambiar la figura
reflejada en
el espejo
que en mi
habitación tenía.
Quería imitar a esas,
las que andan en pasarelas.
Disfrazando de cordera
a este mi
cuerpo de “loba”.
Sentirme esbelta, delgada,
como el palo de una escoba.
Me obsesioné por un kilo.
Acomplejada en un gramo.
Algo de aquí, algo de allá,
en todas
partes sobraba
donde en
realidad faltaba.
Donde no quieres, se pierde.
De donde sobra una talla
jamás se
adelgaza nada.
Hasta que pasado el tiempo
das por zanjada la guerra
con mil
batallas perdidas
y solo alguna
ganada.
Ahora a mis taitantos años
miro de nuevo
el espejo
sonriendo en
el recuerdo
de la figura
perdida.
La gravedad hizo mella
en las formas
de mi cuerpo.
La juventud se perdió
con absurdas
obsesiones,
rodeadas de
lechuga
y unos viudos
macarrones.
Ojos de Gata@2024.
¡Ja, ja, ja! Muy bueno
ResponderEliminarJajajajajajaja qué verdad!!!! 😂
ResponderEliminarSin comentarios jajaja
ResponderEliminarMuy bueno maestro ...mujer amate por quién eres no por ti físico 🤗
ResponderEliminarTodo parecido a la realidad es mera coincidencia ? Jsja . Tanto remar y remar para morir en la orilla dice un dicho por acá!! Felicitaciones ojitos .
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