Déjame embelesarme
en el
brillo de tu mirara
ahora que
nadie nos ve.
Escucha las palabras
que siempre quedaron mudas
ante los oídos
de la gente.
Déjame besar tus manos,
secarme en
ellas
las lágrimas
escondidas.
Antes de leer nada, hacer una reflexión: Lavarle la cabeza a un burro, es perder agua, tiempo y jabón.
Cuatro simples letras, las primeras de mi nombre y las iniciales ordenadas de esta pequeña familia.
Una abreviatura que me sirve como firma en mi nombre y en el de ellas.
Como unas siglas que nos representan, al tiempo que al final de cada escrito me recuerdan que el respeto que quiero para nosotros, debo plasmarlo en las palabras que anteriormente he dirigido a cualquier otro.
Todo un mundo y una vida comprimida en una esquina.
¡Qué preciosidad!
ResponderEliminarQué bonito, escribes muy bien. La Soledad también es la patrona de Badajoz, junto a San Juan de Bautista.
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