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miércoles, 2 de junio de 2010

Cambalache

    Este ya no es el cambalache siglo XX de Gardel, estamos en el siglo XXI, como siempre desgraciadamente, la historia se repite, lo que creíamos, o nos habían hecho creer anticuado, salta a los medios como inexorable actualidad, da lo mismo quien seas, lo que pienses, digas ó hagas, lo importante es intentar pillar, bien sea dinero, votos, influencias ó un simple catarro, pero pillar.
        La identidad ideológica, se confunde hasta extremos inadmisibles.
   La “izquierda”, propone decretos y reformas, asesorada por la cúpula empresarial, la banca, la bolsa y los jefes de gobierno (de derechas) de otros países.
   La derecha (por muy de centro que nos la quieran vender) se opone a los recortes sociales, se alía con los sindicatos y critica la intención de los empresarios de abaratar el despido.
   La diversidad política tiene la misión de crear un efecto balanza, para que el fiel, no llegue nunca a romper, gracias a la alternancia en el poder, intentando llegar a puntos donde la calidad y cantidad de beneficios llegue a la mayor parte de la sociedad.
   Eso es lo que yo pensaba, creyendo, que estaba acertado en mis conclusiones, identificándome con aquellas propuestas moderadas, que pudiendo ser ideológicamente distintas, aportaban un equilibrio entre el beneficio de unos y el perjuicio de otros, repartiendo aleatoriamente las cargas a soportar.
   Los poderosos, “parecía” que se iban dedicando exclusivamente a sus negocios, dejando paso a la independencia del poder, los mercados financieros daban prioridad a las ganancias netas que resultaban de los balances de las empresas, sin anteponer a ello, los gastos de inversión ocasionados para conseguir el resultado.
   Se montaban pequeños negocios familiares al abrigo de las grandes empresas, y pequeños empresarios expandían su producción al ámbito regional y nacional.
   Ahora, algo que parecía no tener importancia, nos sumerge en la confusión, todos creíamos saber, qué siglas políticas, se acercaban o representaban nuestra “opción ideológica”, de que lado estaban los sindicatos o asociaciones empresariales, a qué tipo de institución recurrir dependiendo de nuestros intereses; Pero ya ha empezado a salir la punta del iceberg, como pasó con lo de la crisis, a partir de aquí, habrá que plantearse, ¿Quién miente? ¿Quién quiero que me represente? ¿Qué aporta el voto en blanco? ¿Porqué no posicionarse en una opción más radical? ¿Que representa el centro, moderación o ambigüedad?
   Por desgracia, antes de llegar a alguna conclusión aceptable, nos queda mucho que ver y oír, seguro que nuestro asombro y perplejidad, solo ha hecho que empezar, así que tranquilos, hemos empezado a ver los cuernos, pero hasta el rabo todo es toro.

TITULAR



    En su carrera hacia el centro, el P.P. se ha pasado de frenada, teniendo que adelantar al P.S.O.E. por la izquierda. Se esperan sanciones, ya que en su arriesgada maniobra, ha estado a punto de rebasar peligrosamente la línea continua que delimita el carril de I.U.



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