Los chavales terminan este curso, y el próximo, se encontrarán cuando vuelvan la puerta cerrada, muchos seguirán sin darle importancia, pero sé que otros, seguro que te hacharán de menos.
Ya no tendrán esa madraza postiza, que les echa bronca tras bronca cada vez que faltan a clase, o sacan malas notas, esa, a la que pueden contarle sus cosas por no ser de la familia, a la misma vez que les aconsejaba con la experiencia de su edad, pero utilizando palabras y frases comunes de la adolescencia para que entiendan el porqué y sus posibles consecuencias.
Puede ser que en los alrededores, alguien les venda en el recreo el bocadillo de tortilla, pero será congelada, nadie se meterá en la cocina todas las tardes, para que al día siguiente coman algo casero, una buena ración y calentito, que les de fuerza para terminar la mañana, y a un precio irrisorio, para que todo el que baje, pueda jugar una partida con la vuelta, en vez de estar mirando o quedarse sin almuerzo.
Les faltará esa persona que según ellos les da collejas educativas, o les amenazaba con una paliza que jamás llegará, algo que no lo permitirían de cualquiera, que no se preocupase por ellos.
No habrá quien salga disimuladamente con las llaves, para invitarlos a un futbolín, esos días en que la economía de alguno de ellos, se ve resentida y el tiempo no es propicio para pasear por el parque, donde van a ir que mejor estén.
Algunas niñas que bajan, a susurrarte al oído que algo se les ha olvidado, son cosas de mujeres, y siempre, después de tomarles el pelo un poquito, buscas en tu bolso, para darle solución, y que puedan pasar unas horas tranquilas con sus amigas sin tener que volver a casa.
También habrá quien te tenga manía, esos que nunca entendieron que cada uno tiene que estar en su sitio a pesar de la confianza y que la mejor base para la amistad es el respeto, pero seguro que incluso estos te echan de menos, como dice un refrán “otro vendrá que bueno me hará”.
Esto solo es un cambio de ubicación, seguro que más de uno pasará por la plaza, entrará a saludarte y a decirte lo que está estudiando y que ha aprobado, como lo hacen aquí, los que en años anteriores fueron volando por su edad, y ahora vuelven a recordar con tigo esos días en los que no sabían ir a otro sitio, su primer rollete, o sus gomis y chuches preferidas.
Los Chicos y Chicas de la E.S.O. y Bachiller.
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