Transcribo otra cosa que también escribí
cuando tenía 15 años.
Una noticia que salió por televisión,
me hizo sentirme apenado de aquel hombre que sería ejecutado. Me imagino que
sería un caso de Estados Unidos, ya que lo que sí recuerdo era que hablaba de
un jurado y creo que aquí no existía ese modelo.
Soy consciente que ahora le habría dado un
enfoque totalmente distinto, los tiempos cambian y por suerte algunas formas de
enfocar un problema social como la violencia de género también.
Igualmente creo, que no hay nada mejor
que recordar el pasado, para encauzar el presente, decidiendo que camino coger
hacia el futuro para que nos lleve a lo que hace algún tiempo se consideró
imposible.
Seguro que si alguien hoy escribiese esto le
caerían ostias por todos los lados, pero yo simplemente lo público, para que no
se olvide lo que podía pensar un niño con una mentalidad de hace cuarenta años,
con el único propósito que nos demos cuenta que hemos avanzado mucho, pero que
aún queda mucho por delante que caminar.
Sentencia
de muerte
Por matar a mi mujer
Me quieren quitar la vida
Porque ella se volvió puta
Y yo me llené de ira,
Sé que no tengo derecho
A matarla por la espalda
Y me han de quitar la vida
Antes de ser enterada.
Sin juicio me han
condenado
Sin llamar a un abogado
El hombre por ser un hombre
La mujer por ser mujer
La muerte me han otorgado
Y al no saber lo que hacer
La sentencia yo he firmado,
Mañana al amanecer
Antes de salir el sol
Se formará el pelotón
Y al llegar al paredón
Redoblarán los tambores
Y yo perderé la vida
Al cumplir la ejecución.
En la celda con el
cura
Yo comenzaré a rezar
Y algún manjar exquisito
Después yo podré cenar,
Para cenar pediré
Magnolias envenenadas
Pero no las comeré
Hasta sentir en mi cuerpo
Que entran ya las cinco balas
Por si acaso no da tiempo
Las estrujaré en mis manos
Para que el veneno me entre
A la sangre por mis venas
Y yo muera envenenado.
Los hombres no la
querían
Nada más que como zorra
Y aunque les cobrase caro
Los hombres iban a verla
Pues se creían amados
Aun sabiendo que el dinero
No compra amor si no gusto
O placer embarazado,
Las mujeres me acusaron
Por matar a una mujer
Perdón ya suenan tambores
Y a la muerte he de ir a ver
Para contarle mis penas
Antes de yo un muerto ser
Me dirá que hasta el infierno
A mí me acompañará
Y cuando llegue a la puerta
Con un beso despedirá
Al hombre que fue juzgado
Sin tener siquiera juez
Y al otro día fusilado
Por matar a una mujer.
Carlos Torrijos
15 de Abril de 1974
La transcripción está hecha tal
cual está escrita en una hoja cuadriculada, sin agregar ni una coma, por lo que
os las tendréis que imaginar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario