Era noche de verano.
Con las ventanas abiertas
Y la persiana subida
Sobre la cama desnudo
Sentí en mi espalda una brisa.
Luego los brazos de un niño
Me rodearon con ternura
Sentí calor en el pecho
Y un dulce beso en la nuca.
Antes de saber quien eras
La brisa volvió a marchar.
El insomnio de la duda
Dejó mi mente perdida.
El sueño salió a tu encuentro
A despedir tu partida
Pero las alas del viento
Se habían quedado dormidas
Y las pestañas del alma
En el limbo suspendidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario