Con mil y
un reglones torcidos,
se ha ido
tejiendo un camino;
Destino a
ninguna parte.
Versos
entre bambalinas.
Actores
tras el telón.
Máscaras
que se iluminan,
cuando
empieza la función.
Risas, llantos, sueños, ¡gritos!
Caricias y
puñaladas
que se
clavan en el pecho,
dejando
desierto el lecho,
que empapa
lágrimas blancas.
Marionetas
que saludan
a quien deja una moneda,
en el baúl
donde duermen.
La voz que
canta el momento
que no
tiene porqué ser,
y luego
queda en silencio.
Cuánta ironía vertida en esta poesía. Se baja el telón y la vida continúa retorcida en dolor, sin risas, entre cuatro paredes de la lúgubre soledad. Gracias por compartir tu emotiva poesía. Abrazos de America Santiago.
ResponderEliminarApreciable su poesía maestro a lo que en este justo momento estoy terminando de dar lectura.
ResponderEliminarPocas palabras son suficientes para mostrar con belleza un tema tan profundo y emotivo poema. Te felicito Carlos
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