Extraños….
Bajo las
estrellas vigilantes.
Caravana de
silencio
sigilosamente
avanza
en la soledad
del miedo
sin tregua,
comida, ni agua
Pasadas varias
jornadas
el mismo cielo
los mira
reflejándose
en el agua.
Espaldas
desnudas, brillantes, negras.
Palmas de las
manos blancas
con el hambre
por herencia.
Rojos los
pies, sangre seca.
Triste la
mirada exhausta
viendo que la
muerte acecha.
Se evapora la
esperanza
al ver, un
barco llegar.
El premio
salvar la vida
el precio su
libertad.
Arrodillados
al mundo
aquellos, los que lo lograron.
Tierra con la que soñar
antes de morir
ahogados.
Minutos que se
cuentan
con los dedos
de una mano
y luego… la celda oscura
con agua y pan
en el suelo,
sin arena que
pisar,
sin el mar
bajo su cuerpo,
con un techo
de cemento
sin estrellas
ni futuro,
la ilusión
quedó dormida
en aquel
desierto oscuro.
Tres cosas
para entregar
a las puertas
del infierno.
Tres recuerdos
que olvidar:
Arena, la mar
y el cielo.
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