Nido por años tejido
hebra a hebra,
paja a paja.
Recuerdos enmarañados
donde posar las
vivencias
que poco a
poco han marchado.
Los cascarones quedaron
guardados junto
a su pecho.
El plumón amontonado
siempre le
sirvió de lecho.
Aglutinó con el tiempo
soledades,
frustraciones,
deseos incumplidos,
sueños,
disfrazados de
ilusiones.
En un oscuro momento
se asomó a la
realidad
viendo que sus
viejas alas
querían echar
a volar.
Ya nada la retenía;
Se le acabó la
esperanza
renegando de aquel
nido
su tiempo pedía
venganza.
Rabia contenida, gritos,
alaridos en la
sombra, llantos,
odio a la
noche sin luna,
miedo a su
propio colchón,
celos del aire
y del fuego.
Las ansias de libertad
le hicieron
romper cadenas,
grilletes de
soledad.
Junto a la ventana abierta
vio la luz de
la esperanza.
El desplegar de sus alas
le hizo sentir
una brisa
que decantó la
balanza.
Paseando por el viento
olvidó mirar
al suelo.
Allí se quedó su nido,
nido, en forma de cuerpo.
El alma siguió ascendiendo
sin detenerse
en su vuelo.
Ojos de Gata.
Sugestivo, fuerte .. Me emocioné mucho al leerlo .. Hermosas y muy significativas letras . Gracias por compartir. Abrazo de luz
ResponderEliminarUn abrazo compy.
EliminarBella manera manera de versar el último viaje. Me encanta
ResponderEliminarGraciñas.
EliminarIrreverente y entrañable a la vez .💖✨🙏
ResponderEliminarConfrontaciones del cuerpo y el alma.
EliminarImpactante poesía. Da para mucho pensar y reflexionar sobre la transición entre vida y muerte, y las confrontaciones del cuerpo y alma. Un abrazo querido amigo. America Santiago.
ResponderEliminarHabrá que dar que pensar.
EliminarQué bella manera de tratar lo inevitable. Gracias Carlos
ResponderEliminarDigamos que no retrasarlo.
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