Apareciste en mi vida verde,
ácida,
tersa, incipiente,
abrazándote
a la vida,
deseando
comerte el mundo,
ansiando rayos
de sol.
Con el paso de algún tiempo
recogida entre
mis brazos
fuiste cogiendo
color.
Rosado resplandeciente
en mejillas
me brindaste,
con el
brillo de tus ojos
mi corazón
embriagaste.
El rojo de plenitud
esposó mi
libertad,
carnosos,
mojados labios
a los que querer besar.
El tiempo dio tiempo al tiempo,
el colchón
a los abrazos,
el sol a la
madurez,
los años
paso a los años
y la luna a
la vejez.
Amarilla nuestra piel
arrugada del
dulzor
que escapa
de las entrañas.
La calidad de un amor
de incomparable
sabor
que emerge
cada mañana.
Tú ya ves
Nos caemos de maduros
esperando el
vendaval
que nos envíe
a la tierra
donde juntos
descansar.
Precioso
ResponderEliminarMuackssss
EliminarPreciosa metáfora para por ejemplo describir un verdadero amor. Siempre sorprendes
ResponderEliminarGraciñas.
EliminarPreciosas y significativas letras.. Crecer juntos madurar y despúes juntos descansar . El ciclo completo de la vida y en cada etapa compartiendo el amor incondicional. Muy hermoso. Felicitaciones. Abrazo de luz
ResponderEliminarAbrazos.
EliminarInteresante analogía en poesía sobre la madurez y el amor, al igual que la manzana, va cambiando de textura, intensidad de aroma y sabor mientras llega a mayor madurez, lo que convierte el fruto del amor, en una experiencia exquisita. Felicitaciones querido Carlos. America Santiago.
ResponderEliminarGraciñas por tus palabras.
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