Después
de aquel día, todo debería seguir su curso normal. El tiempo no se iba a parar
y lo hecho no tenía marcha atrás.
Sor Beatriz, optó por dejar descansar a
Angélica un par de días para que se tranquilizase, aunque esto conllevase el no
llegar tan preparada para afrontar el reto.
Tras
comer entró a la biblioteca, allí estaba sentada, mirando fijamente la mesa. En
una esquina, había pegado con celo el carnet de su padre.
.-Angélica, cariño, salgamos a pasear por
el patio para que nos dé el aire. Estarás desconcentrada, así que hoy y mañana
lo dedicaremos a no hacer nada.
.-
¿desconcentrada? Ahora va a saber usted lo que es estudiar
.-tu padre es guapísimo
.-a
que sí, mire que bien está en esta foto
.-te hago un trato. Salgamos afuera un
rato, luego entramos y a por todas
.-vale
y le cuento lo que ha pasado en el despacho
.-eso será muy personal
.-usted
también lo es
Como habían pactado, a la media hora
volvieron a entrar y a estudiar con todas las ganas. Cada vez que pasaba una página del libro,
aprovechaba para mirar la foto, que parecía darle más y más energía.
En el coro el ambiente estaba un poco
enrarecido. En el comedor de las hermanas, se empezaban a ver caras largas.
Algo se estaba fraguando.
Sor Virginia no podía permitirlo, era la
hermana más antigua de la congregación, siempre había estado encargada del
huerto y los animales.
El que Sor Inmaculada, hubiese propuesto a
Sor Beatriz como su sucesora era algo que no podía admitir. A ella le
correspondía ese cargo y tenía que hacerse con él como fuera.
Estaba buscando apoyos entre las hermanas,
lo que estaba provocando una división interna.
Los viernes por la tarde, pasaba por allí
el sacerdote, para confesarlas. Era su único contacto con el exterior y podría
transmitir sus quejas directamente al obispado.
Sor Virginia tenia la virtud de tener oído
fino, durante años se había especializado en escuchar a través de los tabiques
y se enteraba de todo lo que se cocía entre aquellos muros.
Día
tras día, Sor Beatriz y Angélica, permanecían inmersas en una monotonía
precisa, diseñada milimétricamente para ajustar el tiempo a las materias que había
que preparar.
Por fin llegó septiembre y el día en que viajarían
de nuevo a la gran urbe. Como la vez anterior, el domingo por la tarde, el taxi
esperaba en la puerta y la maleta estaba preparada.
.- Angélica, mañana empieza la semana
en que se verán los frutos, esos por los que con tanto esmero y esfuerzo habéis
estado trabajando estos meses
.-no
se preocupe madre, pienso aprobar todas, aunque no se con que nota
.-sabemos que tal vez de estas notas
dependa la decisión del obispado y todas la queremos seguir viendo en su puesto
En ese momento, empezaron a asomar cabezas
por la esquina del pasillo y el rellano de la escalera. Todas querían que eso
saliese bien. Tal vez muchas sintiesen envidia, pero sabían que su nueva
calidad de vida, dependía en parte de ella y sus logros.
.- Angélica, intenta aprobar, pero si
no es así, no te preocupes, no pasa nada, hasta el junio que viene, tienes para
prepararte y aprobar con matricula. Eso
sí, no dejes de estudiar y yo que tu, sería profesora. Has sido capaz de
enseñarme a mí, imagínate
Ante todas las miradas y sin sentir
ninguna vergüenza, ni pensar que por aquel acto le haría perder un ápice de
respeto, la abrazo con fuerza para desearle suerte.
.-gracias madre
.- ¿os podéis ir de una vez? ¿Qué os pensáis,
que va a esperar el taxi toda la tarde? Y vosotras, a estudiar, hoy me parece a
mí que os estáis jugando la cena
Cuando ya estaban montando en el taxi.
.-un
momento, se me olvidaba
Entró y salió en unos segundos.
.-que
cabeza la mía. Ala ya nos podemos ir
.- ¿que se te había olvidado?
.-el
carnet de mi padre
.-está bien que lo lleves, te dará buena
suerte
En el viaje recordaban lo ocurrido la otra
vez, nada más llegar había que mandar planchar la ropa, para vestirse al día
siguiente para ir al instituto. El sitio
ya lo conocían y habían reservado la misma habitación.
En el otro viaje, les había sobrado dinero y
sin embargo de esta vez la madre les había metido más en el sobre.
.-Angélica
.-
¿qué?
.-hay más dinero que la otra vez y no hay
nota de la superiora
.-sor
Beatriz, eso quiere decir carta blanca
.- ¿qué es eso?
.-libertad,
nos lo vamos a pasar...
.-tranquilita, lo primero es lo primero
.-va
a tener usted razón
A la vuelta de su viaje en junio, cada una
por su lado, pensaron en tantas cosas que podrían haber hecho y no hicieron. Pero…
¿cómo compaginar el ocio con tanta responsabilidad?
Angélica pensaba que de esta vez, no solo
tenía que aprobar, su objetivo era un sobresaliente en todo.
A sor Beatriz le bastaba con un siete de
media, pero la falta de prohibiciones por parte de la superiora, le quitaba
interés a las cosas que podrían hacer.
Llegaron de nuevo al tumulto de la entrada
a la ciudad y se dirigieron directamente a la pensión.
.-Buenos días señora
.- ¿otra vez por aquí?
.-ya ve, quedamos muy contentas de su trato
y de la tranquilidad de la habitación
.-muchas gracias, se agradece el alago
.-es la verdad
.- ¿y tú, pequeñaja?
.-deseando
subir a cambiarme de ropa
.-ah, se me olvidaba ¿le importaría darle
un planchado para que se la ponga mañana a la mañana?
.-desde luego que no, perdone la
sinceridad, pero me hace daño a la vista verla con ese uniforme
.-pues en un momento se la bajamos.
Subieron a la habitación a preparar todo
hasta la hora de cenar. Sor Beatriz, se fue directamente al mando del
televisor, Angélica rompió a carcajadas antes de poner la maleta sobre la cama.
Aquella semana fue distinta a la anterior,
los exámenes se concentraban en solo cuatro días. El domingo por la noche
estuvieron repasando hasta las dos y de lunes a miércoles, siguieron el método
a que estaban habituadas en la biblioteca.
De la pensión al instituto y rápidamente de
vuelta, a comer y a estudiar. Sor Beatriz aprovechaba el tiempo de los exámenes,
para darse algún capricho goloso en la cafetería de al lado. En vez de esperar
todo el rato en la parada del autobús, se sentaba en una mesa y junto al
chocolate y los churros, se entretenía leyendo el periódico. El primero que
pillaba, daba igual cual fuera, el caso era que pasase el tiempo más
rápidamente.
Angélica estaba muy satisfecha, incluso
en religión tenia esperanza de conseguir una nota alta.
El jueves a la una y media salía de
realizar el último
.-Sor Beatriz, por fin hemos acabado
.- ¿y qué tal?
.-de
cine, además ha sido cortito, por lo que me ha sobrado tiempo incluso para
repasar.
.-te invito a comer a un restaurante, nada
de comida rápida
.-
¿ha avisado a la señora de la pensión? Nos echará de menos
.-ya se lo dije anoche
.-que
ganas tenía de terminar, yo creo que nos hemos portado bien ¿verdad hermana?
.-se podría decir que sí
.-ni
hemos ido a ningún sitio a golosear
.-bueno yo sí
.-ya
me extrañaba a mí que perdonase usted el chocolate con churros
.- ¿como lo has adivinado?
.-por
pura lógica, tantas hora esperando y la cafetería tan cerca
.-vamos a buscar un buen restaurante
Llegaron a una parada de taxis.
.-llévenos a un restaurante de medio pelo
.- ¿cómo?
.-que
sea elegante, pero no extremadamente caro
.-entendido
.-ah, y que nos dejen entrar sin ir de
etiqueta
.-ji, ji, tendría que ver usted la
pinta de algunos
El taxi se dirigió al centro, y paró frente
a un lujoso edificio. Sobre sus grandes puertas ponía HOTEL seguido de cuatro
estrellas.
.-bueno madre, aquí es
.- ¿madre? Hermana y espero que mucho
tiempo
.-les aconsejo que pregunten por el
menú del día
.- ¿Qué le debo?
.-nueve con cincuenta
.-tenga, quédese con la vuelta
La ventanilla del copiloto iba
abierta a media altura. Según se alejaban dirección a la puerta, se oyó un
silbido y volvieron la cara.
.-Guapísimas, que comáis bien
(diciéndoles adiós con la mano)
Se pusieron coloradas, cogieron sus brazos
y siguieron caminando.
.-que vergüenza, nunca me habían dicho eso
.-pero
si es verdad, es usted muy guapa
.-cállate por favor, que se me pasen los
colores. Si no al entrar, se van a creer que tengo la varicela
Con tranquilidad se aproximaron a un
mostrador.
.-por
favor, ¿para el menú del día?
.-al fondo de ese pasillo el
comedor de la izquierda
.-gracias
.-que
gracias más amable le ha salido
.- ¿te puedes callar, cotilla?
Que comedor más lujoso y que grande. Estaba
lleno de gente, aquello parecía una boda.
Se sentaron en una de las pocas mesas que había libres. Sobre ella
estaban un par de cartas en una carpeta negra con bordes dorados.
.-aquí
hermana, menú del día, ¿ha visto? Catorce con noventa y cinco
.-da igual, ya estamos aquí y no me pienso
ir sin comer
Un apuesto camarero, vestido con traje negro
y pajarita, se aproximó a ellas.
.-buenas
.-las
dos (en voz baja)
.-esta niña, perdónela
.- ¿han decidido ya que desean?
(con una mueca disimulada en sus labios)
.- ¿Qué nos aconsejaría?
.-de primero: los entremeses
ibéricos o bien una sopa de sémola con higadillos de pollo
.-yo
entremeses
.-yo probaré la sopa
.-de segundo si quieren carne, el
codillo o si prefieren pescado la merluza al horno con besamel
.-merluza
.-merluza, está bien
.-y de postre yo me decantaría
por la tarta de la casa
.- ¿de qué es?
.-hoy es de nata y trufa, o si prefieren….
.-tarta, tarta
.-yo
también me apunto a la tarta
.- ¿para beber? ¿agua, vino con
casera, algún refresco?
(Las dos se miraron pícaramente)
.-vino con casera
.-hermana
pero poquito
.-nada un culín y el resto gaseosa. Un día es un día
.-
que pena ¿el camarero no entraba en el menú?
.-caya o te doy una patada en las
espinillas por debajo de la mesa
Los entremeses eran abundantes y la sopa
estaba de lujo.
Recién servido el segundo plato se
percataron de la hora, eran las tres y cinco.
.-por favor camarero. Para llamar por
teléfono, es urgente
.-un segundo
Se aproximó a un aparador y le acercó un
inalámbrico
.-puede usted llamar
.-que chulo
.-a
ver hermana, marque el número y luego dele al botón verde
.-madre, perdone la tardanza
.-ya era hora ¿Qué tal?
.-muy bien
.- ¿y ese ruido?
.-estamos en un restaurante. Quería decirle
que…
.-vale, estáis agotadas, no volvéis hasta
mañana al medio día
.-no, quería pedirle permiso para volver el
domingo por la tarde
.-no puede ser
.-pero madre, si nadie nos va a echar de
menos
.-espero que sepa guardar el secreto. Las
chicas y las hermanas les están preparando una fiesta sorpresa para mañana a la
hora de comer
.- ¿entonces?
.-vamos a hacer una cosa, les daremos un
día más para preparar todo, pero el sábado a la hora de comer aquí sin falta y
si hay algo, que me haga sospechar que ha dicho algo a Angélica, va a conocer a
alguien a quien no le hubiera gustado encontrarse en su camino
.-no se preocupe nos portaremos bien,
gracias el sábado al medio día estamos allí sin falta
.-que no se le olvide. Adiós, que
siempre andáis igual
.-ya, ¿ahora qué hago?
.-colgar
dándole al rojo. Vaya morro Sor Beatriz, hasta el lunes
.-por intentarlo
.-me
parecía a mí que no podía ser
.-pero hemos sacado un día más, hasta el
sábado a la hora de comer
.-
¿un poquito más de vino para brindar?
.-una pinta, pero ya para beber solo
gaseosa
.-por
nosotras
.-y por ellas
(Entre tanto, la madre superiora se apresuraba
a darles la noticia a las hermanas, podían montar todo con tranquilidad,
llegarían a comer el sábado.)
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