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martes, 18 de febrero de 2014

Angélica-15.- Con permiso de un ángel


       Y por fin llegó la hora del postre.
           .- ¿os apetece algo más antes del café?
.-sí, un helado grande de chocolate
          .- ¿pero te va a entrar?
.-si no es para mí, es para Sor Beatriz
    .-eres más tonta
         .- ¿le apetece un helado?
   .-bueno si insiste, habrá que hacer un esfuerzo
       El tiempo había transcurrido tan rápido que no se habían dado ni cuenta.
.-tengo una mala noticia hermana, son las cuatro menos cuarto y no ha llamado a la superiora
          .-quiere llamar desde mi móvil
    .-lo que faltaba, déjelo, ya encontraré alguna escusa
.-esta tarde podíamos ir al cine
          .-lo siento, pero he prometido que Claudia y Sara estarían de vuelta a las ocho, luego si les dejan salir a dar una vuelta ya no es problema mío
    Volvieron hasta la puerta de la pensión, donde estaba aparcado el coche. Como toda la mañana y en la comida, los móviles no dejaban de capturar imágenes.
    Sor Beatriz temía la hora de la despedida y el posterior rato de llantos.  Todo fue diferente, se despidieron con sonrisas, como si se fueran a volver a ver al día siguiente. Su subconsciente, hacía quitar importancia a la despedida, para no nublar el recuerdo de aquel reencuentro. Sabían que se volverían a ver y el tiempo no les iba a amargar.
   La hermana había vivido una mañana inolvidable. Recordaría toda su vida aquel paseo con el padre de Angélica, aquella situación habia resultado extraña, el comportamiento era similar a una pareja en su primera cita. Aquello que había sentido ¿sería amor? Era un hombre y a ella le resultaba atractivo.  No le dio importancia, no tenía ninguna sensación de culpa moral y por supuesto, no había hecho nada que pudiera afectar a su vocación.
    Tumbadas en la cama aquella tarde, hablaban como amigas. Comentaban las cosas de por la mañana y a Angélica le entraba la risa al oír como contaba la hermana la anécdota del principio de la conversación con su padre.
     .-si te ríes no te cuento más
.-pero si es usted quien se está riendo
     .- ¿yo? Tú estás, boba
.-pues mi padre, no está con nadie
    .-pero yo sí, lista
.-harían una buena pareja
    .-dices más tonterías
.-me encanta su postura
    .- ¿Qué postura?
.-me refiero a que por un día, ha sabido combinar el ser monja, mujer y persona
    .-lo he sido siempre
.-sí, pero no sé cómo explicarlo. Cualquier otra hermana, usted mismo, hace dos días sin ir más lejos, se habría escandalizado de esta conversación. Me imagino que una cosa es lo que se piensa y otra lo que se exterioriza, pero ahora al hablar juntas, no hay mentiras, ninguna necesitamos fingir, es todo tan simple como extraño
    .- ¿simple?, ¿extraño?
.-si esta conversación que tenemos porque estamos solas y aisladas, es natural. Es que no encuentro otra palabra para definirla. Solamente natural
    .-no me había dado cuenta, tienes razón, si me hubiesen dicho que pasearía con un hombre por la calle, que en algún momento incluso me hubiese apetecido cogerlo del brazo. Me hubiese puesto a pedir ayuda a dios para resistirme a la tentación
.-se ha dado cuenta, que esta tarde no hemos rezado al llegar a la habitación
    .-tienes razón, pero durante nuestra conversación he sentido al señor más cerca que nunca, mi vocación es mucho más fuerte, pero también las ganas de vivir experiencias que me hagan entender a mis semejantes
 .-eso no es malo
    .-ves, ahora si necesito rezar, pero no para pedir perdón, si no para saber realmente donde está la frontera entre la vivencia y el pecado. Hasta hace nada, pecado era todo, ahora el único pecado es la hipocresía. No puede ser tan sencillo. He de reflexionar antes de dar otro paso hacia delante
.-yo también lo haré
      .-no sé, si eres demasiado inteligente para tu edad o tu edad te hace ser más ingenua y decir lo que piensas, sin pensar lo que dices
.-no lo he pillado, pero me alagan sus palabras
      .-ahora silencio absoluto. ¿Te importaría que baje la persiana para que no entre la luz?
.-yo la bajo, se piensa mejor a oscuras
     Una hora o más, el silencio y la falta de luz, provocaron que ninguna de las dos, sintiese nada exterior, ni el sonido de su tenue respiración.
   La hermana tosió, en eso momento volvieron a la realidad.
     .- ¿Qué hora será?
.-no sé, voy a abrir la persiana
      Aún había bastante luz, no podía ser muy tarde.
     .-nos queda tiempo hasta la hora de la cena
.-salgamos a la calle a que nos dé el aire alrededor de la manzana
     .- ¿Qué tal este tiempo de meditación?
.-genial, estupendo ¿a usted le ha servido para algo?
    .-para mucho, después de la cena junto a la ventana del pasillo, lo comentamos
.-hasta la cena, vamos a dar un paseo. Me hace hasta respirar
     .-y a mí, nos vendrá bien
    Pasearon sin hablar del tema, entraron al comedor y cenaron. Como cada noche, fueron las últimas en tomar el postre, para después subir a ver la ciudad a través de los cristales.
   Al pasar frente a las puertas abiertas, la hermana se detuvo.
.-vamos hermana, que hoy ya la hemos liado bastante
     .- ¿cómo te llamas?
.- ¿le pasa algo hermana?
    .-no, solo di cómo te llamas
.-Angélica
    .- ¿y de donde viene Angélica?
.-pues vendrá de ángel
    .- ¿me das permiso para dar un paseo?
.-claro, pero no la entiendo
   .-ni yo misma me logro entender
.-explíquese
   .-la otra vez pensamos en qué nos había faltado por hacer
.-se ha vuelto loca definitivamente
    .-eso es lo que pensaron todas, cuando se empezó con las reformas
.-pero eso es distinto
    .-no. necesito saber cómo es la noche y la gente joven, antes de volver
.-de acuerdo, ya me ha liado
     - Sor Beatriz alzó la voz -
   .-señora, vamos a dar una vuelta por la ciudad. Volveremos un poquito tarde, pero no se preocupe
        .-esperen, tengan las llaves de la puerta, para que no tengan que andar llamando al timbre
     Se acercaron a una parada de taxis que quedaba cerca.
          .-buenas noches
     .-buenas. Llévenos a otra parada que quede céntrica, para después poder volver desde allí
          .-enseguida
.- ¿y ahora donde iremos?
    .-no tengo ni idea, primero a ver lo que hay por el centro y luego dios dirá
.-no meta a dios en esto
   .-tienes razón
     .-bueno pues aquí las dejo, en esta parada siempre hay alguien toda la noche
   Empezaron a andar sin rumbo fijo.  En el cajero de un banco, un mendigo se acostaba sobre unos cartones, rebujado en una chaqueta (tenía suerte de estar bajo techo).  En la esquina de al lado, una prostituta, vestida (por decir algo) de una forma vulgar y provocativa, se acercaba a todo hombre que pasaba por allí para ofrecerle sus servicios.   Más adelante, un corro de niños y niñas de temprana edad, bebían de grandes botellas entre palabras groseras.  En frente, contra la pared, una pareja se besaba apasionadamente, como si nadie los viera, abrazados con posturas obscenas, teniendo sus manos en las partes más intimas.
     Sor Beatriz, prefirió pensar que todo era fruto de la casualidad, pero en todo el paseo, solo se encontraron con: mendigos, prostitutas, grupos bebiendo, parejas engarzadas y alguna que otra solitaria persona de paso rápido acera adelante.
     .-que triste, yo me pensaba encontrar algo divertido, gente con la que poder compartir unas palabras y sacar de ello alguna experiencia enriquecedora.
.-esto puede serlo, si miramos con sus ojos y dejamos de ver con los nuestros
     .-mírala, se despertó la filósofa
.-tal vez yo sepa dónde encontrar lo que busca ¿pero?
    .-vamos, no me pienso quedar con la duda
        En unas luces que parpadeaban, se dejaba leer:
GALAXY
Discoteca
.-ahí es donde usted quería ir, pero yo no me atrevía a llevarla
     .-ni que nos fueran a comer
.-con que nos dejen entrar es bastante
    .-tú, déjame a mí, ya verás
       Bajaron unas anchas escaleras, al llegar a la puerta, estaba tapada por un señor alto y ancho, como un armario.
    .- ¿cuánto cuesta entrar aquí?
       .-diez euros persona con consumición
   .- ¿y sin consumición?
       .-igual
   .-pues vaya
      .-no sé.   Cree que este es un sitio apropiado para su vestimenta
   .-y si no consumimos ¿cuánto nos devuelven al salir?
       .-mire, mejor que se vuelva al convento
   .-o sea, que no me devuelven nada
       .-además y ella ¿cuántos años tiene?
   .- ¿cantos tiene que tener?
      .-dieciocho
   .-pues no los tiene
     .-entonces no pueden entrar
   .-o sea, que como es menor no paga entrada
       .-por favor retírense que hay gente
   .-vale, vale, pasen ustedes
        Se retiraron de la puerta y una vez entraron, se volvieron a aproximar.
   .-es que solo queremos ver como es esto por dentro y el ambiente que hay, no bebemos y enseguida nos marchamos, solo un ratito
        .-no sean pesadas
    .-vale entramos estamos un momento y nos volvemos a la pensión
       .-vale paguen la entrada y pasen
    .- ¿pero no habíamos quedado en que pasábamos solo un momento?
       .-me tiene arto, pasen y hagan lo que les venga en gana, pero déjenme en paz. Joder, monja tenía que ser
   .-esa boquita
       .- mira que hay sitios. Pues no. Me han tenido que tocar a mí.

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