Al hacer la
maleta, volvieron a guardar la ropa bien doblada en el fondo, como hicieron la
vez anterior (antes de irse)
.-voy a
llamar a la superiora
.-a buenas horas
.-ahora
vuelvo
.-a no, esto no me la pierdo
.- ¿madre?
.-ya
era hora ¿qué paso ayer?
.-madre, que
salimos ya, para estar allí a la hora de comer
.-
¿qué mentirijilla se está inventando ahora?
.-ninguna,
me despisté y cuando me di cuenta, ya eran más de las cuatro, y por no molestarla
.-es
usted incorregible
.-solo fue
un despiste
.-aquí
a la una y media, ni un minuto antes, ni uno después
.-si
madre, dentro de un poco salimos ya hemos llamado al taxi
.-buen
viaje hermana
.-gracias
madre
.-vaya conversación más sosa
.- ¿qué
esperabas?
.-que estuviese la madre enfadada
.-y lo
está, pero como sabe que le va a dar igual, ¿para qué va a discutir?
.-bueno, cuando quieran volver, avisan para que su habitación este libre
y a su disposición
.-se ha
portado muy bien con nosotras
.-y la comida está buenísima
.-gracias
.-hasta
otra ocasión
.-adiós
.-las
estaré esperando
Nada más
subirse al taxi, empezaron a recordar todo lo que habían hecho. La conversación
perdida tras los cristales la noche anterior.
De pronto
rompieron a carcajadas. El taxista miro por el retrovisor.
.-
¿qué les pasa ahora?
.-si te duermes, colleja
.-no haga
caso
.-ustedes sabrán
.-se me
olvidaba, calcule el tiempo del viaje, debemos llegar a la una y media en punto
.-lo
que usted mande
Ellas
siguieron hablando y riendo. Él controlaba la velocidad, calculando el tiempo
que quedaba para llegar.
El reloj
del salpicadero, marcaba las trece y veinticinco, las verjas ya se veían al
fondo.
.-pare aquí
.- ¿aquí?
.-si,
estos últimos metros los haremos andando tranquilamente
.-es usted más rara que un gato a cuadros
.-no, tal
vez, un poquito distinta
.- ¿un poquito? es usted única, original e
irrepetible
.-el mejor
piropo que me han dicho nunca
.- ¿y cuando la llamó guapísima el taxista?
.- ¿ya
estamos con la tontería?
.-era una broma
.-detrás
de esos muros, ya todo será pasado
.-pero nadie nos lo podrá arrebatar
.-el
pasado, no tiene solución, el presente pasa enseguida, pero el futuro nos
espera y solo de una misma, depende luchar por como queramos que sea
La
superiora salió a la puerta
.-en
un minuto las quiero aquí
.-ya vamos
madre
.-ya estamos aquí
.-déjame
la maleta, yo me despisto mejor para esconderla en algún sitio
.-buenos días madre
.-
¿qué tal todo?
.-muy bien
(Entre
tanto Sor Beatriz guardó la maleta en el cuarto de los utensilios de limpieza)
.- ¿y
los exámenes?
.-mejor de lo que pensaba, o eso creo
.-estás hecha una fierecilla
.-es toda
una campeona
.-
¿donde se había metido?
.- ¿eh?
.-nada
déjelo. Angélica, date la vuelta
.- ¿qué pasa?
.-tú,
así quieta
La
superiora cogió un pañuelo y le vendó los ojos
.- ¿pero y esto?
.-a
callar mocosa
.-cógeme
la mano, yo te guio
Ya en el
comedor, todas permanecían en un silencio absoluto.
.-ya
te puedes quitar el pañuelo
Que
sorpresa, las paredes estaban decoradas con flores de papel, cada una de ellas
contenía la foto y la firma de cada hermana e interna, menos la suya y la de
Sor Beatriz que estaban sin firmar. Del techo
colgaban a distintas alturas gran cantidad de globos de colores, con dibujos
hechos con rotulador. En las mesas no
había bandejas, solo platos, cubiertos, vasos y botellas grandes de refresco de
naranja y limón en vez de jarras de agua.
Las cuatro mesas estaban llenas, hermanas e internas juntas y en una de
ellas tres sitios vacios para que se sentasen ellas. Solo faltaba Sor Úrsula,
que se había ofrecido voluntaria para servir a todas el menú que con tanto
esmero había cocinado. Mientras ella observaba aquello, todas estaban de pie
agradeciendo su presencia, aplaudiendo para darle la bienvenida.
Cuando
Angélica rompió a llorar, por la emoción, las demás empezaron a reír, habían
conseguido lo que querían, esas lágrimas demostraban el éxito de su decoración.
.-ahora bendeciremos la mesa y a comer
.-Angélica, bendícela tú
.-no, eso lo debe de hacer la madre superiora
.-te
cedo el honor
.- ¿pero sabré?
.-seguro
que sí
.-señor, te damos las gracias por estos alimentos
que vamos a tomar, no sin antes rogarte que tengas en cuenta nuestras pequeñas
virtudes y perdones nuestros grandes defectos, amén.
.-muy
bien, lo has hecho perfecto
.-Sor Úrsula, venga un momento
.-
¿qué se te ofrece?
.-siéntese aquí con todas, hoy sirvo yo
.-no
hija, se tendrían que quedar de pie dos o tres para hacerme sitio
Todas
soltaron una carcajada
.-quien se vuelva a reír, ya puede aprender a silbar, mientras las demás
comen.
El silencio
se hizo en un segundo. Una voz sonó:
.-viva la
madre superiora.
.-viva, (acompañado de un aplauso)
.-dejaros de peloteo y vamos a comer, que ya hay hambre
Terminó
la comida y tras el postre (flan de huevo casero), cada una se fue a sus
tareas.
Sor
inmaculada entró en su despacho. Después de llevar la maleta a su sitio en la
biblioteca, Sor Beatriz llamó a su puerta.
.- ¿se
puede madre?
.-adelante
.- ¿me
puedo sentar un momento o está muy ocupada?
.-tome asiento
.-madre,
tengo que decirle una cosa
.-usted dirá
.-en la
ciudad, hice cosas que se que no aprobaría
.-ya
me extrañaba a mí
.-gracias a
ello, vi cosas que creo me serán de gran ayuda, para aconsejar a las chicas, aunque
no me hagan ni caso
.-déjelo,
prefiero no saberlo
.-mejor se
lo cuento
.-a
usted no hay quien la domine, ya me lo contará
.-quería
pedirle permiso para....
.-SILENCIO, haga lo que le dé la gana y no me meta en sus líos
.-no la
defraudaré
.-si
le dejo libertad para hacer lo que crea conveniente, es porque sé que aunque no
aprobaría lo que vaya a hacer, el resultado sé que será satisfactorio y útil
.-gracias
por dejarme intentarlo, solo con que alguna escuche uno de mis sugerencias me
daré por satisfecha
.-deje
de bailarme el agua. Lo iba a hacer con o sin mi permiso
.-no, ya
sabe que soy obediente
.-ya
se puede confesar mañana, antes de tomar la comunión
.-no he
cometido ningún pecado que confesar
.-por
favor, váyase a sus tareas, al final me vuelve loca
.-adiós
madre
.-por
fin, adiós hermana
El lunes,
mientras el resto de internas estaban en el aula con Sor Consuelo y Sor Lupe.
Angélica y Sor Beatriz, permanecían en la biblioteca diseñando el programa de
materias para el próximo curso.
De pronto
la hermana se acordó: En la cocina, junto a la puerta que da al patio, había
visto un trozo de tabla tamaño mediano, que no se utilizaba para nada.
.- ¿te
apetece hacer trabajos manuales?
.-vale
.-pues
espera un momento
Salió
escopetada sin decir nada más. Cuando
volvió, traía en sus manos un cacho de madera viejo y roto.
.- ¿y con eso que piensa hacer?
.-muy
sencillo, cojamos un cúter y démosle con calma una forma.... No sé cómo decirte
Pusieron la
tabla en el suelo y se mantuvieron de pie a su lado, mirándola para ver que les
sugería aquella cosa. Daban vueltas a su alrededor, para mirarla desde
distintos puntos.
.- ¿qué te
parece?
.- pero... ¿para qué sería?
.-algo que
no solo se deje mirar, si no que te obligue a mirarlo
.-a ver si lo he entendido. Que no sea nada y que lo
diga todo
.-imaginemos que es un cristal limpio, a través del cual cada uno puede
ver lo que desea, sin que detrás haya nada
.-un momento, a ver qué le parece: se redondea una
de las esquinas que no están rotas, la otra la dejamos como está, el sí y el no
(esa sería la parte de abajo). En la parte de arriba, la rota, formaría unas
ondas, cuatro o cinco, pero desiguales, en las que se pudieran ver el mar y las
nubes al mismo tiempo. En el lado izquierdo, unos cortes oblicuos y a su lado
unas hendiduras con forma de media luna. A la derecha, otros cortes estos
rectos y un círculo grabado, que representaría al sol (la noche y el día).
.-es un
diseño retorcido pero con garra
.-luego la pintaremos de verde, el color de la
esperanza y en los extremos superiores, pegaremos unos cachos de estropajo de
esparto, de los que había antes en el fregadero de la cocina, serán los
cabellos que le den un toque de feminidad y por último en su parte inferior,
unas espigas, haciendo resaltar su fertilidad.
.-pero yo
quería algo en donde cada una pudiese ver lo que desease
.-yo sé lo que quiero ver yo, usted y las demás,
seguro que ven otras cosas
.-pues a
trabajar
.-usted siga pensando, se le nota que hay algo
rondándole por la cabeza, de esto me encargo yo
El
miércoles estaba terminado. Era algo tan abstracto, que dependiendo del lado en
que centrases la mirada, se podía ver una realidad distinta, incluso los
grabados, no tenían una forma explícita que condicionase la imaginación.
.- ¿como ha quedado?, ¿qué le parece?
.-único,
original e irrepetible
Entonces
recordó esas mismas palabras en la boca de Angélica. Se le quedó mirando fijamente a los ojos
durante unos segundos.
.- ¿pero
entonces?
.-sí, es usted
.- ¿así me
ves?
.-sí, así, como usted misma se ha descrito
.- ¿tan hermosa crees que soy?
.-mucho más, hay cosas que no se pueden plasmar,
están fuera de nuestros límites.
Cogió un
martillo y unas largas puntas de acero. En la pared, junto a la puerta del
aula, clavó aquella obra de arte, poniendo un trapo sobre la cabeza de los
clavos al llegar a la madera para no golpearla.
Al oír
aquellos tremendos golpes, la superiora abrió la puerta para ver qué
pasaba. Nada era Sor Beatriz, mejor no
preocuparse de lo que sabía que no iba a entender, buena gana de preguntar para
obtener una respuesta que le crearía más dudas.
Luego un
el centro colocó un folio:
Sábado. Cinco de la tarde, cuando llegaron
las internas, Sor Beatriz, se apoyada en el borde de la mesa que había justo
delante de la pizarra.
.-por favor, cierren la puerta y tomen
asiento, consideremos que esto es una nueva asignatura no evaluable, un momento
Recorrió el pasillo con paso firme entre
los pupitres hasta llegar a la puerta
.-por
favor hermanas, les rogaría no escuchasen detrás de la puerta, es de mala
educación y esta charla coloquio es intima y personal. De todas formas si
alguna de ustedes lo desea puede formar parte de ella, pero luego no me salgan
escandalizadas.
Regresó a su sitio, caminando de espaldas,
mirando a la cara a cada una de ellas, con un gesto de amistad y respeto mutuo.
.-estimadas alumnas; A esta clase la llamaremos: Nuestra opinión es
tan respetable como discutible.
Se giró y lo escribió con letras grandes en
la pizarra.
.-
¿sabéis que quiere decir eso? a ver, tú misma (dirigiéndose a una de las más
jovencitas que estaba sentada en la primera fila)
.-creo que quiere decir, que para que sea
tenida en cuenta nuestra opinión, hay que saber escuchar las opiniones de las
demás aunque sean opuestas
.-creo
que lo habéis entendido. ¿Alguien tiene alguna duda? aquí en esta hora, ni yo
soy monja ni vosotras internas, hablaremos de igual a igual, simplemente somos
personas, ni la diferencia de edad es un obstáculo para hablar claro.
.-a mí, esto me parece una chorrada
.-es
la primera y respetable opinión, hoy expondremos nuestras posturas de si es una
chorrada o no, quien quiera hablar que levante la mano y para podernos entender
y no hablar todas a la vez, yo haré de moderadora, concediendo el turno de
palabra, y también daré mi opinión. ¿Te
importaría darnos las razones para opinar que esto es una chorrada?
Y así comenzó el primer día de discusiones.
Sor Beatriz, pensaba sacar temas como: alcohol, drogas, sexo, prostitución,
maltratos, indigencia, racismo y un largo etcétera. Sería un trabajo largo y difícil el lograr
que todas se involucrasen en la exposición de sus opiniones (allí había gente
muy reacia a la integración en igualdad) pero lo que sobraba en ese lugar, era
tiempo para pensar. Lo único que se puede compaginar con cualquier tarea, es
libre y gratuito.
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