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sábado, 30 de abril de 2016

A ti ......



            El día 08 de abril, (En el andén) pensaba que era mi último escrito.  Luego, me di cuenta que tenía unos compromisos inapelables que cumplir.
        Comencé a redactar lo publicado el día 17, 28 y 29.
     (Cumpleaños de mi padre -91 y mis hijas Lucía - 17  y Raquel - 21, respectivamente).
            Ya cumplidos estos compromisos conmigo mismo, me retiro hoy, hasta que de nuevo vea salir el sol,  ahora eclipsado por falta de motivación personal.
No es la primera vez y no será la última.
                  



A ti…

    Dicen que escribiste un libro
al que han llamado destino,
y en vez de brindar asiento
nos dejaste en el camino.
    Y lo llenaste de piedras
donde poder tropezar,
y nos vendaste los ojos
provocando la caída
sin poderlo remediar.
   Siempre justo en el reparto
de enfermedades y bienes,
unos nadando en el todo
y otros ahogados en nada,
dejemos la hipocresía
la salud también se paga.

   Como quieres que yo pesque
si me quitaste la caña
el anzuelo y el sedal,
si la barca estaba rota
y la dejaste en el lago
sin enseñarme a remar.
   Con la mirada perdida
se fue perdiendo el rencor,
por mucho que otros insistan
 lo que duele, no es amor,
el amor, es otra cosa,
si amas, no causas dolor.

    Promesas insustanciales,
la gloria en nuestra partida,
alcanzar la vida eterna
después de pasar la vida,
comprometido a morir
sin que se cure la herida,
con la rodilla en el suelo
y sin la cabeza erguida.
        La indiferencia es un gesto
que no se debe ocultar,
devuelvo lo que me has dado
nada debo de pagar,
que veas que no te odio
no se odia, sin amar.

    Abatido en la batalla
dejo mi pluma en el suelo
la que utilicé de espada,
guerreando entre las nubes
que surcaba con mis alas,
bosque habitado por ninfas
donde reinaban las hadas,
esos mares de Morfeo
en que sirenas nadaban.

   Me vuelvo a mis aposentos
de los que nunca debí
abrir puertas y ventanas
para asomarme  a otros mundos,
regreso a ese purgatorio
que se llama realidad
a esperar con impaciencia
que llegue el sueño profundo.

      Y como decía un amigo
tan creyente como yo,
cuando alzaba la mirada,
ay señor, señor, señor.
    Tú que todo eres bondad,
y qué jodidos nos tienes,   
será porque así lo quieres,
hágase, tu voluntad.


Imagen de la red













2 comentarios:

  1. CARLOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS, NOOOOOOOOO.

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  2. La realidad es cruda, y la poesía es un salvavida para respirar y soñar que existe algo mejor. Un abrazo grande querido amigo Carlos Torrijos.

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