Me miraste… Te miré.
Lloraste…
Lloré.
Me cobijaste en tu manto
y yo nunca te olvidé.
Solo te pido un abrazo.
No me prometas la gloria.
Tan solo permíteme,
el guardarte en mi
memoria.
En mis sueños estarás
de noche junto a mi
almohada,
y te brindaré mis días
cada nueva madrugada.
Miré…
Miraste.
Lloré…
y lloraste.
Nunca te olvidaré…
…Pues Tú. Nunca me olvidaste.
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