Pintaremos
garabatos
agitando las pestañas.
El riachuelo entre
juncos
junto al croar de las ranas
y el aire que balancea
el bronce de las campanas.
Oiremos volar las
nubes
con alas de mariposa,
caricias del arco iris
sobre la nieve sedosa.
Tras el vaho de los cristales
silbando una melodía
y la yema de tu dedo
dibujando figuritas.
Al frío que por
la calle
pasa bailando y
brincando
saludamos sonrientes.
Tapaditos, abrazados,
allí junto al radiador,
viendo como caen las gotas,
oyendo su tintineo
en el cinc del canalón.
Y cerrando los
ojitos
soñamos la primavera,
con flores de mil colores,
con el verde en las praderas.
Llenas de hojas las ramas
y nidos de pajaritos.
De nuevo los niños
juegan
llenando el aire de gritos,
y tú y yo tras la ventana
seguimos abrazaditos.
Tus miradas, mis
caricias,
tantos gestos, tu sonrisa,
los relatos que inventamos
y sueños en poesía.
Si algún día
me faltases
que sería de mi vida,
Si tú no estás a
mi lado
el alma, queda vacía.
Los dos primeros versos, sobre todo, me parecen preciosos.
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