Sentada. El sol que entra por la ventana, le hace
cerrar los ojos y en su imaginación intenta ver lo deseado.
Los colores no son los mismos, la suavidad de
la brisa no tiene comparación, La ternura y confianza que le debe ofrecer el
horizonte no llega a calmar su alma.
Sentada esperará a que el sol se
oculte tras las montañas que se divisan al fondo para relajar sus manos, abrir
los parpados y gozar de otro atardecer.
Carlos Torrijos
C.a.r.l. España.
Inmenso, me encanta.
ResponderEliminarGraciñas..
EliminarBonito atardecer maese 👏 👏 👏 👏
ResponderEliminarUno más.
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