Su niña se hizo mayor.
Se le iluminó la cara
cuando vio
salir la luna.
La puerta de par en par,
preludio de
anochecer
que deja volar
la vida.
Solo al espejo se asoma
un libro sin acabar,
una lámpara tristona
a la que le falta uso,
unas fotos que
recuerdan
la infancia en su despedida.
El pasillo sin el eco
del beso de
buenas noches.
Huérfanos y temblorosos
los labios buscando a oscuras
la frente que ya no está.
Una almohada sin la forma
de los sueños
de princesa.
En la
habitación desnuda
la cama sin
deshacer.
Sobre la colcha un cojín
con la mirada
perdida.
En el suelo las rodillas
del que
intenta ver la luz
con los ojos
de otros tiempos.
Su
niña se hizo mayor.
Quiere apretarla en sus brazos
pero ahora no
es el momento.
Felices sueños Princesa.
C.a.r.l. (España)
Ley de vida que los polluelos vuelen. Muy bien dramatizado.
ResponderEliminarTambién aprieta el corazón, tu escrito al leerlo querido maestro ✨💖
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